La Unión Europea se ofrece para ayudar a Chile.
En medio de la trágica situación que enfrenta Chile debido a los intensos incendios forestales que asolan la región de Valparaíso, la Unión Europea (UE) ha expresado su solidaridad y disposición para brindar asistencia al país sudamericano. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, hizo pública su oferta a través de una declaración en la red social X, solidarizándose con el presidente Gabriel Boric y todos los ciudadanos chilenos afectados por la catástrofe.
Hasta el momento, se reporta la pérdida de 64 vidas y la destrucción de miles de viviendas a causa de los incendios que han arrasado con extensas áreas residenciales en la región de Valparaíso, situada a 100 kilómetros de Santiago. El presidente Boric ha enfrentado uno de los mayores desafíos de su mandato con esta emergencia, considerada la peor catástrofe natural en Chile desde el terremoto de 2010.
En su mensaje de solidaridad, Borrell manifestó: «Chile se enfrenta de nuevo a devastadores incendios con numerosas víctimas mortales, recordándonos los estragos de la sequía y el clima. Traslado mi apoyo y solidaridad al gobierno y pueblo chileno, la UE está lista para colaborar y brindar ayuda en estos momentos difíciles».
Sin embargo, la asistencia de la UE no puede activarse de manera automática; Chile debe realizar una solicitud formal a Bruselas para que el bloque comunitario pueda coordinar la ayuda. Fuentes de la UE indicaron que la naturaleza y el alcance de la asistencia dependerán de la solicitud específica del país latinoamericano.
Entre las posibles opciones se encuentra la activación del mecanismo de protección civil de la UE, una reserva que cuenta con medios de transporte, equipos sanitarios y equipamientos logísticos adaptados a casos de catástrofes, tanto dentro como fuera de las fronteras de los Estados miembros.
Con la magnitud de la tragedia en Chile, donde entre 3,000 y 6,000 casas se estima que han sido consumidas por las llamas y siete incendios activos persisten, las autoridades locales consideran estos eventos como la mayor catástrofe natural desde el terremoto de 2010. Además, no se descarta la posibilidad de que los incendios hayan sido provocados de manera intencional, lo que agrega una capa de complejidad a la situación.