La sonda Japonesa SLIM realiza el aterrizaje espacial.

La sonda japonesa SLIM (Smart Lander for Investigating Moon), que recientemente logró alunizar con éxito, ha ejecutado el aterrizaje espacial más preciso registrado hasta la fecha, posándose a tan solo 55 metros de su objetivo, según confirmó la Agencia Aeroespacial Japonesa (JAXA) este jueves.

Aterrizaje exitoso a pesar de desafíos.

El alunizaje, que tuvo lugar a las 00:20 hora local del día 20, enfrentó desafíos cuando la sonda perdió uno de sus dos motores durante el descenso de 20 minutos. A pesar de este inconveniente, la SLIM logró aterrizar a una distancia de 55 metros de su objetivo, considerado un éxito por la JAXA.

Aunque la sonda estableció comunicación con la Tierra después del aterrizaje, enfrentó dificultades para generar energía a partir de sus células solares debido a la orientación incorrecta de sus paneles hacia el oeste durante el aterrizaje. La SLIM se apagó con suficiente carga de batería, con planes de reactivarse si las condiciones de luz solar son favorables.

Posibilidad de reactivación.

La JAXA sugiere que si la luz del Sol alcanza las células solares alrededor del 1 de febrero, coincidiendo con la próxima puesta de Sol en la Luna, existe la posibilidad de que la sonda recupere energía y vuelva a estar operativa.

La agencia está investigando la pérdida del motor, que creen fue causada por un factor externo. A pesar de perder parte de su potencia, el software de la sonda actuó de manera autónoma para controlar su descenso.

Éxito en el desprendimiento de robots auxiliares.

Dos pequeños robots, LEV-1 y LEV-2, se desprendieron exitosamente del módulo de aterrizaje, y aunque lo hicieron a una altura menor de la prevista, pudieron capturar imágenes de la superficie lunar y de la propia sonda. Estas imágenes están siendo analizadas por el equipo.

El objetivo principal de la misión SLIM era realizar un aterrizaje de precisión cerca del cráter Shioli, estableciendo un nuevo estándar con un radio de 100 metros. Además, la sonda tenía misiones secundarias, como contribuir al proyecto Artemis de exploración lunar y estudiar la composición de las rocas y los orígenes de la Luna.