La Marina británica confunde flatulencias de ballena con actividad rusa en sus aguas
La Marina Real del Reino Unido vivió recientemente una insólita confusión en alta mar, cuando sonidos captados por sensores submarinos activaron una investigación en busca de posibles dispositivos de espionaje rusos. Para sorpresa de todos, los responsables de la alerta no fueron drones ni submarinos enemigos, sino una ballena cuya flatulencia generó los ruidos sospechosos, según reportó The Sun.
El incidente ocurrió cerca de las bases de los submarinos nucleares británicos, consideradas entre los secretos mejor guardados del país. Los sonidos, inicialmente clasificados como de origen humano, levantaron alarmas por temor a que la unidad de investigación submarina rusa GUGI estuviera rastreando las firmas acústicas de los submarinos británicos. Sin embargo, tras un análisis exhaustivo, los expertos concluyeron que se trataba de gases expulsados por un mamífero marino.
“Tomamos todas las amenazas en serio”, aseguró un funcionario naval, destacando que no se deja nada al azar en la protección de los submarinos nucleares del Reino Unido.
Este no es el primer encuentro curioso entre ballenas y operaciones militares. Meses atrás, una beluga conocida como “Hvaldimir” llamó la atención al ser encontrada en Noruega con un arnés que alimentó teorías sobre su uso en operaciones de inteligencia rusas.