La historia de Daniel Pérez y su secta Angel’s Landing

Daniel Pérez, conocido como Lou Castro, lideró una secta llamada Angel’s Landing, donde cometía atrocidades bajo la fachada de ser un ángel milenario. Engañaba a sus seguidores, mayoritariamente mujeres jóvenes, prometiéndoles longevidad y prosperidad a cambio de relaciones sexuales. Sin embargo, su verdadera intención era mucho más oscura y violenta.

En 2003, Pérez compró una propiedad de ocho hectáreas en Wichita, Kansas, donde se instaló con su grupo. Desde el principio, su estilo de vida ostentoso llamó la atención del detective Ron Goodwyn, quien sospechaba de actividades ilícitas debido a la falta de una fuente clara de ingresos. Las primeras investigaciones no arrojaron resultados concluyentes, ya que no se encontraron pruebas de tráfico de drogas ni otras actividades delictivas comunes. Sin embargo, Pérez afirmaba ser un ángel inmortal que necesitaba mantener relaciones sexuales con mujeres jóvenes para mantener su longevidad, lo cual sus seguidores aceptaban.

El primer indicio de algo más siniestro surgió en 2003 con la muerte de Patricia Hughes, quien se ahogó en la piscina de la propiedad de Angel’s Landing. La versión oficial, respaldada por un testimonio manipulado, sostenía que Hughes murió intentando salvar a su hija. Goodwyn no estaba convencido, pero sin pruebas concluyentes, el caso se cerró como un accidente.

A lo largo de los años siguientes, Goodwyn continuó su investigación, tratando de desenmascarar la verdadera identidad de Pérez. Descubrió que Pérez había cobrado el seguro de vida de Hughes y de otras víctimas, aumentando sus sospechas sobre el líder de la secta.

Pérez tenía un control casi absoluto sobre sus seguidores, utilizando el miedo y la manipulación psicológica para mantener su dominio. Afirmaba conocer el momento exacto de la muerte de cada miembro, lo que le otorgaba un poder inmenso sobre ellos. Además, se beneficiaba económicamente de las muertes, ya que era el beneficiario de varios seguros de vida contratados por los miembros de la secta.

El siguiente incidente significativo ocurrió en 2006 con la muerte de Brian Hughes, esposo de Patricia, quien murió aplastado por un auto. En 2008, otra integrante, Jennifer Hutson, falleció en un accidente automovilístico. Ambos incidentes fueron inicialmente considerados accidentes, pero Goodwyn estaba convencido de que Pérez estaba detrás de ellos.

La clave para desentrañar la verdadera identidad de Pérez llegó cuando Goodwyn consiguió una huella digital a través de métodos ingeniosos. Pérez fue arrestado por fraude de identidad en 2010, pero aún se desconocía su verdadero nombre. Fue solo después de un arduo trabajo de investigación y la colaboración con el FBI que se confirmó que Lou Castro era en realidad Daniel Pérez, un criminal con un historial de abusos sexuales y otros delitos en Texas.

El juicio de Pérez en 2015 fue un proceso revelador. Se presentaron múltiples testimonios de sobrevivientes que habían sido abusadas sexualmente y manipuladas por Pérez desde jóvenes. Una de las víctimas, Sara McGrath, hija de Jennifer Hutson, testificó sobre las violaciones que sufrió y cómo Pérez había distorsionado la realidad de la comunidad para mantener su control.

Finalmente, Pérez fue condenado por 28 cargos, incluyendo asesinato, violación, sodomía agravada y fraude. Recibió dos cadenas perpetuas más una sentencia adicional de 406 meses, sin posibilidad de libertad condicional durante 80 años. Su condena aseguró que nunca saldría de prisión.