La gran lucha que deberá enfrentar Milei.
En un sorprendente contrapunto que marca el cierre de la transición política en Argentina, la principal deuda evidenciada es la crisis en las cifras de pobreza e indigencia. Alberto Fernández, quien busca transmitir un mensaje de despedida contrapuesto a la realidad en varios aspectos, cuestionó las estadísticas del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) sobre la pobreza, generando descontento incluso entre sus propios aliados. Esto contrasta fuertemente con el reciente informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), que muestra un aumento en las cifras de pobreza.
Fernández intentó poner en duda las estadísticas oficiales al afirmar que si hubiera tanta pobreza, el país estaría en caos, y cuestionó la coexistencia de altos niveles de pobreza con un crecimiento del empleo registrado. Sin embargo, expertos en la materia y estudios independientes han advertido sobre el continuo deterioro social y la persistencia de la pobreza estructural.
El informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA reveló que la pobreza alcanzó el 44,7% en el tercer trimestre de 2023, evidenciando un panorama crónico y en constante crecimiento, con un impacto significativo en niños y adolescentes. Estos datos refuerzan las evaluaciones previas basadas en cifras del INDEC, que ya registraban un 40,1% de pobreza en el primer semestre del año.
A pesar de los programas sociales y transferencias de ingresos, la situación empeora, y sin estos beneficios, la estimación de pobreza podría llegar al 49%, según el observatorio de la UCA. Además, la indigencia podría aumentar del 9,6% al 20,8%.
Estos números, que representan el cierre de la gestión actual, plantean un desafío significativo para el próximo gobierno encabezado por Javier Milei. La aceleración de la inflación y el aumento en el costo de alimentos y bebidas son factores que contribuyen al deterioro económico y social, subrayando la complejidad de la situación.
La realidad expuesta en estas cifras desafía las afirmaciones discutibles ya veces optimistas de los líderes políticos, evidenciando un problema profundo que persiste a lo largo del tiempo y que busca soluciones efectivas y sostenibles.