La economía china estrangulada por las intervenciones autoritarias de Xi Jinping
En medio de una desaceleración económica notable, diversos analistas señalan que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) de China ha retrocedido debido a las políticas intervencionistas del Partido Comunista, liderado por el presidente Xi Jinping. Este fenómeno representa un cambio significativo para una de las economías más relevantes del mundo, que compite directamente con Estados Unidos.
El exceso de intervención estatal en la producción ha generado un excedente de productos en el mercado, superando la capacidad de absorción del mismo. Como resultado, se debilita la inversión extranjera y el consumo interno. Esta sobreproducción ha llevado a acusaciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) de competencia desleal, ya que los productos chinos baratos inundan sus mercados y compiten con sus propias manufacturas.
En 2023, la inversión extranjera en China registró su peor tasa de crecimiento en 30 años, evidenciando la creciente desconfianza de las empresas internacionales. La crisis en el sector inmobiliario, los controles en empresas extranjeras y en el sector tecnológico, así como el acercamiento de China a Rusia, han exacerbado esta situación.
Las políticas de Xi Jinping muestran un intento de ejercer un mayor control sobre la economía, desde la intervención en la especulación inmobiliaria durante la pandemia hasta los esfuerzos actuales por estimular el consumo interno mediante subvenciones y ayudas. Sin embargo, estos intentos pueden considerarse paliativos ante los profundos controles estatales que han llevado a muchas empresas a abandonar el país.
Las bolsas chinas han sufrido pérdidas significativas, con una caída de 6 billones de dólares desde 2021. Si bien la planificación y la intervención estatal pueden ser necesarias en ciertos contextos, los analistas coinciden en que las medidas adoptadas por Xi Jinping han sido excesivas, lo que ha contribuido al estrangulamiento de la economía china