Kim Jong-un plante que su enemigo numero es ….

En una sorprendente escalada de tensiones, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha solicitado una revisión constitucional para definir a Corea del Sur como el «país hostil número uno», según informó la agencia KCNA durante la primera jornada de la sesión de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte.

Durante un extenso discurso, Kim Jong-un expresó la necesidad de reflejar en la Constitución la percepción de Corea del Sur como una entidad hostil, subrayando que en caso de conflicto, es esencial considerar la posibilidad de ocupar, reprimir y reclamar completamente la República de Corea (nombre oficial del Sur). El líder norcoreano también abogó por descartar cualquier idea de reconciliación o reunificación con el Sur.

En un giro estratégico y diplomático, Kim Jong-un anunció que la Asamblea Popular Suprema pone fin a casi 80 años de relaciones Norte-Sur, marcando un cambio fundamental en la política diplomática del país. Este cambio se ha vuelto evidente tras el fracaso de la cumbre sobre desnuclearización de Hanói en 2019 y el acercamiento gradual de Pyongyang a Pekín y Moscú.

Además, Kim Jong-un señaló la preocupación por la creciente confabulación militar entre Japón y Corea del Sur, describiéndola como una amenaza seria para la seguridad nacional. Instó a todas las agencias gubernamentales a prepararse para la transición inmediata a un régimen de guerra en caso de emergencia, incluyendo medidas exhaustivas y preparativos materiales para la resistencia nacional.

El líder norcoreano también anunció la disolución de todas las organizaciones de intercambio civil con Corea del Sur, establecidas a lo largo de las últimas cinco décadas para fomentar un acercamiento entre ambos países. En un tono más drástico, propuso la destrucción física de símbolos y estructuras que representan la idea de la reunificación pacífica, como la antigua Línea Gyeongui y el Arco de la Reunificación.

Este último desarrollo intensifica las tensiones en la región y plantea nuevas incertidumbres sobre el futuro de las relaciones entre las dos Coreas y la estabilidad en la península coreana.