Kim Jong-un declara que Corea del Sur es su enemigo.

Las tensiones en la península coreana aumentan nuevamente con la declaración del líder norcoreano, Kim Jong-un, quien designó a Corea del Sur como su «principal enemigo» y el «Estado más hostil» mientras realizaba una visita a una fábrica de lanzaderas móviles de misiles balísticos de corto alcance (SRBM). Esta declaración se produce en medio de crecientes amenazas y ejercicios militares por parte de ambos países.

Kim Jong-un, conocido por sus visitas frecuentes a instalaciones militares, ha inspeccionado dos plantas de armamento en la última semana, siendo la más reciente la dedicada a la producción de lanzaderas para misiles. Acompañado por figuras clave del programa de armas norcoreano, como Jo Chun-ryong, director del Departamento Industrial de Munición, y su hermana Kim Yo-jong, vicedirectora del Departamento de Propaganda, Kim expresó su satisfacción con la producción, a pesar de señalar algunos defectos en la organización de la producción armamentista.

En sus declaraciones, Kim instó a los trabajadores a reconocer a la República de Corea (nombre oficial del Sur) como el «principal enemigo» que ha buscado confrontaciones durante casi 80 años para derrocar el poder y régimen norcoreano. Aunque señaló que su país no buscará iniciar un conflicto unilateralmente, advirtió que «no existe intención de evitar una guerra».

Las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur se han intensificado en los últimos meses, con ejercicios militares y ensayos bélicos por ambas partes. Kim Jong-un, en un plenario del partido único en diciembre de 2023, manifestó la imposibilidad de reconciliación y reunificación con el Sur. Además, Corea del Norte realizó ejercicios de artillería cerca de la frontera marítima occidental, mientras que Corea del Sur respondió con sus propias maniobras y anunció la retoma de ejercicios en la zona.

Desde el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización en 2019, Corea del Norte ha optado por modernizar su ejército y ha buscado alianzas con Pekín y Moscú. Mientras tanto, Corea del Sur y Estados Unidos han fortalecido sus mecanismos de disuasión y cooperación militar. La situación regional sigue siendo motivo de preocupación para la comunidad internacional.