Juan Grabois denuncia a Ministra Pettovello.

La relación entre el Gobierno argentino y las organizaciones sociales se ve nuevamente envuelta en controversias, esta vez con el dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Juan Grabois, presentando una denuncia penal contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. La acusación se centra en la suspensión de la entrega de alimentos a comedores populares, generando tensiones adicionales durante la jornada.

Denuncia de Juan Grabois.

En una nueva escalada del conflicto, Grabois acusa a la ministra Pettovello de «incumplir los deberes de funcionario público». La denuncia sostiene que la suspensión de la entrega de alimentos a comedores populares viola las obligaciones vigentes que garantizan la alimentación de al menos 13 millones de personas en el país.

«Fila de la Pobreza» y Respuesta de la Ministra.

Simultáneamente, miembros de la UTEP y otras organizaciones realizaron una fila de más de 20 cuadras frente al edificio de Capital Humano para anotarse en un listado que les permita acceder a alimentos. La ministra Pettovello respondió afirmando que no los recibiría, indicando que no los había convocado y que los dirigentes estaban utilizando a la gente.

La tensión entre el Gobierno y las organizaciones sociales se intensifica, con la promesa de estas últimas de mantener protestas en la calle hasta que se regularice la entrega de alimentos a comedores sociales. El enfrentamiento incluye descalificaciones y acusaciones mutuas entre las partes.

Denuncia Penal y Críticas de Grabois.

Juan Grabois, en una serie de críticas hacia la ministra Pettovello, la acusa de no querer resolver el problema y la califica como una «mala persona y una peor funcionaria». Además, denuncia que la suspensión del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que abastecía de alimentos a comedores sociales constituye no solo una inmoralidad sino también un delito.

En diciembre, el Gobierno suspendió los envíos de alimentos a comedores sociales, implementando un nuevo esquema que permite a los comedores administrar sus propias compras con una tarjeta, eliminando la entrega discrecional de alimentos secos y buscando «transparentar la política alimentaria».