JP Morgan estima que Argentina podría atraer USD 1.000 millones si recupera la categoría de mercado emergente
En un contexto de incertidumbre económica, JP Morgan ha estimado que Argentina podría recibir alrededor de USD 1.000 millones en inversiones extranjeras si el país vuelve a ser considerado un mercado emergente por los principales índices globales. Esta recalificación representaría una inyección de capital clave para la debilitada economía argentina, que actualmente enfrenta una crisis de confianza y problemas estructurales que han alejado a los inversores internacionales.
¿Qué significa ser un mercado emergente?
La clasificación de un país como mercado emergente es un reconocimiento que otorgan índices internacionales, como MSCI (Morgan Stanley Capital International), a economías en desarrollo que muestran un crecimiento económico sostenido y que, aunque aún enfrentan desafíos importantes, ofrecen oportunidades de inversión atractivas. Argentina fue degradada a la categoría de «mercado frontera» en 2021 debido a restricciones en el acceso a los mercados de capitales y la inestabilidad económica.
El regreso a la categoría de mercado emergente implicaría que los fondos de inversión internacionales, que siguen estos índices, podrían reasignar capitales hacia activos argentinos. Esto se debe a que muchos de estos fondos tienen como mandato invertir en mercados emergentes, lo que genera una demanda automática de activos argentinos.
El análisis de JP Morgan
Según el informe de JP Morgan, la potencial recalificación de Argentina como mercado emergente podría generar flujos de capital por hasta USD 1.000 millones. Este monto podría ingresar al país a través de fondos de inversión que buscan aprovechar las oportunidades en activos argentinos que, tras años de baja performance y alta volatilidad, podrían estar subvaluados.
JP Morgan destaca que la recuperación de la categoría de mercado emergente podría ser impulsada por factores como una mayor estabilidad política, la implementación de reformas económicas que promuevan el crecimiento y una mejora en las condiciones del mercado financiero local. Sin embargo, también subrayan que este escenario depende de que Argentina logre superar varios desafíos macroeconómicos que han afectado su credibilidad en los mercados internacionales.
La economía argentina enfrenta una serie de problemas estructurales que han deteriorado su imagen ante los inversores internacionales. Entre ellos se destacan la alta inflación, que se proyecta en más del 100% para 2024, una deuda pública insostenible, un déficit fiscal crónico y controles cambiarios que limitan la libre movilidad de capitales. Estos factores han llevado a una creciente desconfianza por parte de los mercados y a la salida de capitales del país.
Además, la incertidumbre política en un año electoral agrava la situación. Las elecciones presidenciales de 2024 han añadido un nivel adicional de incertidumbre, ya que los inversores están pendientes del resultado y de las políticas económicas que podrían implementarse bajo una nueva administración.
Si Argentina logra recuperar su estatus de mercado emergente, se espera que esto tenga un impacto positivo en el mercado financiero local. Una entrada significativa de capitales podría fortalecer al peso argentino, reducir la presión sobre las reservas del Banco Central y mejorar la liquidez en el mercado de bonos y acciones.
Sin embargo, JP Morgan advierte que estos efectos positivos no serían inmediatos. La recuperación de la confianza de los inversores internacionales es un proceso gradual que requiere la implementación de políticas económicas coherentes y sostenibles a largo plazo. Además, el entorno global de tasas de interés altas y la aversión al riesgo en mercados emergentes podrían limitar la magnitud de los flujos de capital hacia Argentina.