Javier Milei: su primer año con un «distinguido» en economía y los desafíos hacia el crecimiento en 2025
El primer año de gobierno de Javier Milei cerró con resultados económicos que superaron ampliamente las expectativas iniciales. A pesar de partir de un escenario de crisis con inflación descontrolada, brecha cambiaria superior al 150% y reservas netas negativas, la gestión logró revertir indicadores clave, posicionando a la economía argentina en un rumbo diferente.
Un «milagro económico» en 12 meses
El superávit fiscal se convirtió en el pilar fundamental de la gestión económica, acompañado por la emisión cero de pesos. Estas medidas permitieron no solo reducir drásticamente la inflación, que bajó del 25,5% mensual en diciembre de 2023 a menos del 3% actualmente, sino también eliminar la brecha cambiaria.
El dólar financiero se desplomó, y los dólares paralelos cerraron el año por debajo de los $1.100, resultados que ni los consultores más optimistas hubieran proyectado. La mejora fue acompañada por un boom financiero:
- Bolsa: El índice Merval aumentó más del 100% en dólares.
- Bonos: Recuperaron hasta un 80%, reduciendo el riesgo país de 1.700 a 750 puntos básicos.
- ADR y acciones: Los bancos locales lideraron las ganancias, con subas de hasta el 247% en dólares.
Este desempeño aleja el fantasma del default y posiciona al país nuevamente en el radar de inversores internacionales.
Los desafíos para 2025
El principal clamor de la población, la inflación, ha sido abordado con éxito. Sin embargo, el próximo año presentará una prueba diferente: recuperar el crecimiento económico y mejorar los ingresos familiares.
El gobierno proyecta un crecimiento del PBI del 5%, con optimismo en sectores clave como agro, minería y energía, que concentran la mayor parte de las inversiones. Sin embargo, estos sectores generan pocos empleos directos, lo que plantea desafíos para que la recuperación económica se sienta en los grandes centros urbanos.
Los retos principales
- Sostenibilidad del crecimiento: Asegurar que la reactivación no sea efímera y que incluya a los sectores más rezagados, como la industria y la construcción.
- Mejora salarial y consumo interno: Recuperar el poder adquisitivo y promover el acceso al crédito serán cruciales para incentivar la demanda interna.
- Competitividad cambiaria: La apreciación del peso genera desafíos para la industria exportadora y los sectores que enfrentan la apertura económica.