Javier Milei se dirige a inversores en Nueva York y reafirma su compromiso con la disciplina fiscal

En un evento de gran relevancia para su administración, el presidente argentino Javier Milei fue invitado a la Bolsa de Nueva York para conmemorar la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas. En este marco, Milei ofreció un discurso ante una audiencia compuesta por destacados inversores, analistas y autoridades de la Bolsa, reafirmando su enfoque económico y la dirección que tomará su gobierno en los próximos meses.

Milei, quien llegó a la presidencia con promesas de radicales reformas económicas, comenzó su discurso describiendo la situación crítica que heredó al asumir el poder. En sus palabras, la Argentina estaba al borde de una crisis sin precedentes, combinando elementos de las tres crisis más severas en la historia del país. «Cuando asumimos, encontramos un Banco Central quebrado, riesgo inminente de hiperinflación y déficits gemelos. Además, enfrentábamos fuertes vencimientos de deuda y un acuerdo con el FMI que estaba prácticamente caído», comentó Milei.

En este contexto, el presidente subrayó la importancia de implementar una disciplina fiscal estricta. «No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal», afirmó con determinación, enfatizando que su administración priorizaría un manejo prudente de las cuentas públicas. Esta postura busca dar confianza a los inversores, quienes están atentos a la estabilidad económica de Argentina.

El discurso de Milei también abordó los recientes desafíos legislativos que ha enfrentado, especialmente en relación con el veto a una nueva fórmula de movilidad jubilatoria promovida por la oposición. A este respecto, el presidente celebró los avances en la lucha contra la inflación, señalando que «radicalizamos el corte de la emisión monetaria», lo que, según él, ha resultado en una inflación mayorista mensual de solo 2.1%. «El ministro de Economía, Luis Caputo, será recordado como uno de los mejores de la historia», añadió, generando aplausos entre los asistentes.

Uno de los temas centrales de su discurso fue la expectativa de los inversores sobre la liberación del control de cambios, conocido como «cepo cambiario». Milei prometió que este sería levantado una vez que se eliminaran las condiciones que justifican su existencia, específicamente, la inflación inducida por los controles de capital. «Cuando la inflación inducida desaparezca, podremos salir del cepo sin problemas», aseveró.

El presidente también destacó que su administración está trabajando para cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. «Hoy la brecha se está comprimiendo a menos del 10%», celebró, y reiteró que «el levantamiento del cepo permitirá una expansión adicional de la actividad económica y una mejora en el empleo y los salarios».

A lo largo de su discurso, Milei reiteró su compromiso con las reformas estructurales necesarias para fomentar la inversión y el crecimiento económico. Su mensaje fue claro: la administración está enfocada en generar un entorno favorable para los negocios y atraer capital extranjero, lo que es esencial para la recuperación de la economía argentina.

El evento en la Bolsa de Nueva York es un reflejo del creciente interés en el mercado argentino, especialmente en un contexto donde Milei busca estabilizar la economía después de años de turbulencia. La invitación para dirigirse a inversores en uno de los centros financieros más importantes del mundo es un indicador de la importancia que su administración concede a la relación con el sector privado y a la búsqueda de apoyo internacional.

El presidente concluyó su intervención reafirmando su convicción de que, a pesar de los retos, Argentina está en el camino correcto hacia una recuperación económica sólida y sostenible. «Vamos a domar la inflación y mejorar las condiciones para todos los argentinos», concluyó, mientras los asistentes respondieron con aplausos, evidenciando la atención que sus palabras generaron en la audiencia.

Este discurso en la Bolsa de Nueva York podría ser un punto de inflexión para la administración de Milei, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la relación de Argentina con los inversores internacionales y su compromiso con reformas económicas decisivas.