«Javier Milei expresa su indignación ante el video filtrado de Tamara Pettinato en el sillón de Rivadavia»
El reciente escándalo en torno a un video filtrado que muestra a Tamara Pettinato, hija del reconocido conductor y humorista Roberto Pettinato, sentada en el sillón presidencial de Rivadavia, ha generado una ola de reacciones en el ámbito político argentino. Sin embargo, una de las opiniones que más ha resonado es la del candidato presidencial y líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien no dudó en expresar su descontento y describió el incidente como una falta de respeto.
El video en cuestión, que se filtró en redes sociales y rápidamente se hizo viral, muestra a Tamara Pettinato en una actitud relajada y despreocupada, sentada en el icónico sillón que ha sido testigo de decisiones fundamentales para la historia del país. Este sillón, ubicado en la Casa Rosada, es un símbolo de la presidencia argentina y ha sido ocupado por los mandatarios más influyentes del país a lo largo de los años.
Aunque el video no muestra ninguna acción inapropiada por parte de Pettinato, la simple presencia de una persona ajena a la política en ese lugar ha sido suficiente para desatar una controversia. En un país donde el respeto por las instituciones y los símbolos nacionales es un tema sensible, la imagen de Tamara Pettinato en el sillón de Rivadavia ha provocado críticas de distintos sectores.
Javier Milei, conocido por su estilo directo y sin filtros, no tardó en manifestar su opinión sobre el asunto. A través de sus redes sociales y en declaraciones a la prensa, Milei calificó el incidente como «vergonzoso» y «una muestra de la falta de respeto hacia las instituciones». Según Milei, este tipo de actitudes reflejan la «decadencia moral» que atraviesa el país y son una prueba más de la necesidad de un cambio profundo en la política argentina.
«Vergüenza es poco para describir lo que siento al ver este video», declaró Milei en una entrevista reciente. «El sillón de Rivadavia es un símbolo de la República, un lugar que representa la máxima autoridad del país. Que una persona sin ningún rol político se siente allí como si fuera un objeto de decoración es un insulto a todos los argentinos».
Las palabras de Milei no pasaron desapercibidas y generaron un intenso debate en las redes sociales. Mientras algunos usuarios apoyaron su postura y coincidieron en que el video es una falta de respeto, otros lo acusaron de exagerar y utilizar el incidente con fines políticos. Este tipo de divisiones no son nuevas en la política argentina, donde la polarización ha sido una constante en los últimos años.
Algunos seguidores de Milei aprovecharon la oportunidad para resaltar la necesidad de «recuperar el respeto por las instituciones» y apoyar el discurso del candidato presidencial, quien ha hecho de la lucha contra la «casta política» uno de los pilares de su campaña. Por otro lado, los críticos de Milei argumentaron que su reacción es desproporcionada y que el video no tiene la gravedad que él le atribuye.
Ante la creciente polémica, Tamara Pettinato decidió romper el silencio y dar su versión de los hechos. A través de un comunicado en sus redes sociales, Pettinato explicó que el video fue grabado en un contexto privado y que nunca fue su intención ofender ni faltarle el respeto a nadie. Según su relato, la grabación se realizó durante una visita informal a la Casa Rosada, y el hecho de sentarse en el sillón de Rivadavia fue un «acto espontáneo y sin malicia».
«Entiendo que este video haya generado malestar en algunas personas, pero quiero aclarar que nunca fue mi intención faltar el respeto a las instituciones», afirmó Pettinato. «El sillón de Rivadavia es un símbolo muy importante para nuestro país, y lamento si mi acción fue interpretada como una falta de respeto. Simplemente fue un momento de distensión en un lugar histórico».