Javier Milei, ante la Asamblea General de la ONU:
En su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, Javier Milei, presidente de Argentina, realizó fuertes críticas contra el organismo internacional, acusándolo de haberse desviado de su propósito original de perseguir la paz para, en cambio, imponer una agenda ideológica global. Milei describió a las Naciones Unidas como un «Leviatán de múltiples tentáculos», sugiriendo que la organización ha crecido en poder y control, hasta el punto de influir en las decisiones de los Estados Nación y en la vida cotidiana de los ciudadanos del mundo.
Durante su intervención en la 79° Asamblea General de la ONU, Milei expresó su preocupación por el rumbo que, según él, ha tomado la organización, señalando que las políticas colectivistas promovidas por la agenda 2030 son un peligro para el futuro de las naciones. “Mi objetivo es decirle al mundo lo que va a ocurrir si la ONU sigue promoviendo este tipo de políticas”, advirtió el mandatario.
Críticas a la agenda 2030 y el colectivismo
Uno de los puntos más destacados de su discurso fue su referencia a la Agenda 2030, un plan de acción adoptado por la ONU en 2015 con el objetivo de promover el desarrollo sostenible, reducir la pobreza y combatir el cambio climático. Para Milei, estas políticas representan un tipo de colectivismo que, en su opinión, ha fracasado en Argentina y en muchos otros países.
“El colectivismo, en cualquiera de sus formas, ha sido un estrepitoso fracaso en nuestro país durante más de un siglo”, afirmó Milei, refiriéndose a lo que él considera las fallas de los gobiernos previos en Argentina, que según su postura, llevaron a la decadencia económica y social. En su visión, la intervención estatal y la planificación centralizada, promovidas por organismos multilaterales como la ONU, son responsables del estancamiento y la crisis que ha vivido la nación.
Defensa de los valores de Argentina
Milei subrayó en su discurso que su presencia en la ONU no es la de un político tradicional, sino la de un «economista liberal libertario» que fue elegido por el pueblo argentino debido al colapso de las políticas anteriores. Afirmó que su mandato representa un cambio radical, una ruptura con el pasado colectivista, y que está comprometido con la defensa de los valores de libertad, soberanía y responsabilidad individual.
«Argentina defiende valores claros», afirmó Milei, sin detallar específicamente cuáles serían esos valores, pero sugiriendo que su gobierno busca una mayor autonomía en la toma de decisiones y una resistencia a las influencias externas que, según él, buscan moldear la vida interna del país.
El discurso de Milei ante la ONU llega en un momento en que la organización ha sido criticada por diversos sectores, incluyendo aquellos que la acusan de intervenir excesivamente en las políticas internas de los países. Mientras algunos ven en la ONU un actor crucial para abordar problemas globales como el cambio climático, la desigualdad y los conflictos armados, otros, como Milei, la ven como una entidad que ha crecido demasiado en poder e influencia, imponiendo agendas que no siempre son compatibles con las realidades y necesidades locales.
El tono confrontativo de Milei también se alinea con su estilo político habitual, en el que no ha tenido reparos en criticar tanto a las instituciones nacionales como internacionales. En su país, su ascenso a la presidencia fue impulsado por una promesa de romper con el sistema tradicional y adoptar políticas económicas más orientadas al libre mercado y la reducción del papel del Estado en la economía.
Posicionamiento en el escenario internacional
Con este discurso, Milei busca no solo reafirmar su postura interna, sino también posicionar a Argentina en el escenario internacional como un país que resistirá la influencia de los organismos multilaterales que, según él, imponen políticas colectivistas. Esta postura es coherente con su enfoque de política exterior, que ha sido marcado por la búsqueda de nuevas alianzas y una redefinición de las relaciones diplomáticas.
Es probable que las declaraciones de Milei generen controversia en el ámbito diplomático, dado que muchos países miembros de la ONU apoyan la Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible. Sin embargo, su discurso también resonará entre aquellos sectores que comparten una visión más escéptica de los organismos multilaterales y abogan por una mayor soberanía nacional en la toma de decisiones.
