Japón compra de misiles Tomahawk de EE.UU.

El Ministerio de Defensa de Japón ha anunciado la firma de un importante contrato con Estados Unidos para adquirir hasta 400 misiles Tomahawk, fortaleciendo así sus capacidades de disuasión desde la distancia. El acuerdo, valuado en 254.000 millones de yenes (aproximadamente 1.573 millones de euros), marca un paso crucial para el país asiático en términos de defensa nacional.

Pago a lo largo de tres años para la adquisición de misiles de largo alcance.

Según los términos del contrato, Japón realizará un pago distribuido a lo largo de tres años, comenzando en 2025, para la adquisición de hasta 400 misiles Tomahawk, conocidos por su alcance de hasta 2.500 kilómetros. Este acuerdo representa un adelanto de un año en la obtención de los misiles, inicialmente programada para 2026 y 2027 para el modelo Block-5, con aproximadamente la mitad de los misiles adquiridos siendo del modelo Block-4, una versión más antigua.

Fortalecimiento de las capacidades de defensa para prevenir invasiones.

El comunicado del Ministerio de Defensa japonés destaca que las Fuerzas de Autodefensa seguirán fortaleciendo sus capacidades de defensa para disuadir y derrotar tempranamente a cualquier fuerza que intente invadir Japón. Esta medida busca garantizar la seguridad del país y proteger su soberanía ante posibles amenazas.

Rahm Emanuel, embajador de Estados Unidos para Japón, calificó la adquisición de los misiles Tomahawk como una «victoria estratégica para la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico». Según el diplomático, la primera entrega de estos misiles podría llegar a Japón en marzo, marcando un hito histórico en la colaboración militar entre ambas naciones.

Contrato adicional con Kongsberg Defense & Aerospace para misiles de ataque conjunto.

En otro desarrollo significativo, el Ministerio de Defensa japonés informó sobre la firma de un contrato con Kongsberg Defense & Aerospace de Noruega para adquirir misiles de ataque conjunto con un alcance de aproximadamente 500 kilómetros. Este contrato, programado para entrar en vigor a partir de 2026, demuestra el compromiso continuo de Japón con el fortalecimiento de sus capacidades defensivas.