Italia: El Volcán Etna entra en Erupción y causa caos aéreo por lluvia de cenizas
El volcán Etna, ubicado en Sicilia, Italia, ha vuelto a entrar en erupción, generando una intensa actividad volcánica que ha causado una lluvia de cenizas sobre la región. Esta situación ha obligado al cierre parcial del aeropuerto de Catania, provocando la cancelación y el retraso de numerosos vuelos y afectando a cientos de pasajeros.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Catania informó que desde la madrugada, el volcán mostró un incremento significativo en su actividad, con flujos de lava y temblores de alta intensidad. La nube de cenizas ascendió hasta 8,000 metros de altura y se desplazó hacia el sur-sureste, lo que llevó a la elevación de la alerta a nivel rojo para la aviación civil debido al alto riesgo que representa para los vuelos.
La erupción del Etna no es un fenómeno inesperado, ya que en semanas anteriores, el volcán había mostrado signos de mayor actividad. El pasado 16 de julio, una gran columna de cenizas y una colada de lava fueron expulsadas desde el cráter Vorágine, afectando a varias localidades cercanas.
Las autoridades locales y los servicios de emergencia están en alerta, instando a la población a tomar precauciones y a mantenerse informados sobre la evolución de la actividad volcánica. Mientras tanto, algunos vuelos de llegada fueron redirigidos a otros aeropuertos para garantizar la seguridad de los pasajeros.
La empresa SAC, que gestiona el aeropuerto de Catania, indicó que las operaciones aéreas se reanudarán una vez que el fenómeno de las cenizas haya cesado y se hayan limpiado las pistas y otras infraestructuras afectadas. Esta situación ha afectado no solo a los residentes y turistas de Catania, sino también a las comunidades cercanas al Etna, que deben lidiar con la caída de cenizas y su impacto en la vida diaria.
Además, la actividad del volcán Estrómboli, situado en una pequeña isla en el mar Tirreno, también ha aumentado, llevando a los residentes a extremar las precauciones. Aunque las explosiones son un fenómeno común, la reciente actividad ha llevado a la población local, acostumbrada a las erupciones frecuentes, a adoptar medidas adicionales para garantizar su seguridad.