Israel solicitó colaboración a Francia y Reino Unido para atacar a Irán en caso de una ofensiva sobre Tel Aviv
En medio de un creciente clima de tensión en el Medio Oriente, Israel ha solicitado la colaboración de Francia y Reino Unido para preparar una posible respuesta militar en caso de un ataque de Irán sobre Tel Aviv. Esta petición subraya la gravedad de la situación y el riesgo de una escalada bélica que podría tener consecuencias devastadoras no solo para la región, sino para el mundo entero.
Desde hace años, Israel e Irán se han mantenido en una constante rivalidad que ha ido escalando con el tiempo. Mientras que Israel ve en Irán una amenaza existencial debido a su programa nuclear y su apoyo a grupos militantes en Siria y Líbano, Irán percibe a Israel como un enemigo que debe ser eliminado para lograr su objetivo de hegemonía regional. Esta enemistad ha dado lugar a una serie de enfrentamientos indirectos, conocidos como «guerra en la sombra», que han incluido ciberataques, asesinatos de científicos nucleares y ataques a infraestructuras críticas.
La reciente petición de Israel a Francia y Reino Unido se produce en un contexto de intensificación de las hostilidades. El gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por las ambiciones nucleares de Irán y ha advertido que no dudará en tomar medidas militares si considera que su seguridad está en peligro. A su vez, Irán ha respondido con retórica belicosa, advirtiendo que cualquier ataque contra su territorio será respondido con una «respuesta devastadora».
Israel ha solicitado específicamente a Francia y Reino Unido que se preparen para una acción militar conjunta en caso de que Irán lleve a cabo un ataque sobre Tel Aviv, la ciudad más poblada y uno de los centros económicos y culturales de Israel. Esta solicitud refleja el temor de Israel de que Irán, en un acto de desesperación o como parte de una estrategia ofensiva, decida lanzar un ataque directo sobre el corazón del estado judío.
La colaboración solicitada incluiría, según fuentes cercanas al gobierno israelí, el uso de bases aéreas en territorio europeo para el reabastecimiento de aviones de combate israelíes, así como el apoyo logístico y de inteligencia para coordinar un ataque contra instalaciones militares y nucleares iraníes. Además, Israel busca que Francia y Reino Unido ejerzan presión diplomática sobre otros países europeos para que apoyen una respuesta militar en caso de un ataque iraní.
La respuesta de Francia y Reino Unido a esta solicitud ha sido cautelosa. Ambos países han expresado su apoyo a Israel en términos de defensa propia, pero también han subrayado la importancia de agotar todas las vías diplomáticas antes de recurrir a la acción militar. Sin embargo, la mera existencia de estas conversaciones es un indicativo de la seriedad con la que Israel está tomando la amenaza iraní.
La noticia de que Israel ha solicitado la colaboración de Francia y Reino Unido ha generado una serie de reacciones a nivel internacional. En primer lugar, los países árabes, muchos de los cuales mantienen una postura crítica hacia Israel, han expresado su preocupación por la posibilidad de una escalada militar en la región. Aunque algunos estados árabes han mejorado sus relaciones con Israel en los últimos años, especialmente tras los Acuerdos de Abraham, la posibilidad de un conflicto directo con Irán podría alterar estas dinámicas.
Por su parte, Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha adoptado una postura de apoyo, aunque con reservas. La administración estadounidense ha reiterado su compromiso con la seguridad de Israel, pero también ha hecho un llamado a la moderación y al diálogo, instando a todas las partes a evitar acciones que puedan desencadenar un conflicto mayor. Washington también ha expresado su disposición a mediar en las negociaciones para reducir las tensiones, aunque hasta ahora los esfuerzos diplomáticos han tenido un éxito limitado.
Rusia y China, dos actores clave en la región, han condenado la solicitud de Israel y han advertido que cualquier ataque contra Irán podría tener graves consecuencias. Ambos países han mantenido una estrecha relación con Irán en los últimos años, y han brindado apoyo político y militar al régimen de Teherán. En este contexto, es probable que cualquier acción militar contra Irán provoque una respuesta fuerte de parte de Moscú y Pekín, complicando aún más la situación.
El pedido de Israel a Francia y Reino Unido subraya el alto riesgo de que las tensiones entre Israel e Irán desemboquen en un conflicto abierto. Si bien ambas naciones han evitado hasta ahora un enfrentamiento directo a gran escala, la situación actual parece estar al borde del colapso, con potenciales consecuencias catastróficas para la región.
Un ataque de Irán sobre Tel Aviv, ya sea con misiles balísticos o mediante un ataque aéreo, sería percibido como un acto de guerra total, y casi con toda seguridad provocaría una respuesta masiva de Israel. Esto podría incluir ataques aéreos sobre instalaciones nucleares iraníes, así como operaciones terrestres y ciberataques destinados a desestabilizar al gobierno iraní. La posibilidad de que otros países, como Estados Unidos, se vean arrastrados al conflicto es también elevada, lo que podría transformar una guerra regional en un conflicto global.
El principal temor de la comunidad internacional es que un conflicto entre Israel e Irán no se limite a estos dos países, sino que se extienda a otras naciones de la región. Los aliados de Irán, como Hezbollah en Líbano y grupos militantes en Gaza y Siria, podrían lanzar ataques contra Israel en solidaridad con Teherán, lo que provocaría una respuesta israelí y una escalada aún mayor.