Israel intensifica ofensiva en el Líbano: reporta la muerte de 60 milicianos de Hezbollah tras fuertes bombardeos
En medio de una escalada de tensiones en la frontera entre Israel y Líbano, el Ejército israelí ha intensificado sus ataques aéreos contra Hezbollah, el grupo chií libanés respaldado por Irán. Según datos proporcionados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques aéreos recientes habrían dejado un saldo de 60 milicianos de Hezbollah muertos en las últimas horas.
La ofensiva, que se ha ido incrementando en intensidad en los últimos días, incluyó el ataque a un edificio municipal en la localidad de Bint Jbeil, ubicada en el sur del Líbano. Según las autoridades israelíes, este lugar era utilizado por Hezbollah como almacén de armas y el bombardeo resultó en la eliminación de al menos 15 combatientes del grupo.
Además del ataque a Bint Jbeil, Israel ha reportado haber alcanzado cerca de 200 objetivos de Hezbollah en territorio libanés, lo que refleja el nivel de agresión que se vive en la zona. Entre los objetivos destruidos, se incluyen bases militares, depósitos de armamento y puestos de mando, según el comunicado del Ejército israelí.
Respuesta inmediata ante ataques a las tropas
Los aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí también abatieron a varios milicianos que, momentos antes, habían lanzado ataques contra las tropas israelíes desplegadas en el sur del Líbano. Uno de los enfrentamientos más recientes ocurrió cuando dos combatientes de Hezbollah dispararon contra una brigada israelí que patrullaba la zona. En respuesta, los aviones israelíes intervinieron rápidamente y eliminaron a los atacantes. El Ejército confirmó que no hubo bajas entre sus tropas.
“La fuerza aérea actuó de manera inmediata contra los terroristas que atacaron a nuestras tropas. Afortunadamente, no se registraron heridos entre los soldados israelíes,” afirmó el portavoz militar en un comunicado emitido por las FDI.
Un conflicto que escala sin tregua
El conflicto entre Israel y Hezbollah ha tomado mayor fuerza en el último año. Desde la frontera entre ambos países, las tensiones se han convertido en una serie de intercambios bélicos que no parecen dar señales de cesar. Esta última oleada de enfrentamientos ocurre después de una semana de intensos bombardeos israelíes sobre el sur y el este del Líbano, donde la milicia chií tiene un control significativo. Ante el incremento de la violencia, Israel decidió enviar tropas adicionales al sur del Líbano con el objetivo de desmantelar la infraestructura militar de Hezbollah, intensificando así la ofensiva.
Bajas significativas en ambos bandos
Tras dos días de aparente calma, el Ejército de Israel confirmó en la noche del miércoles la muerte de ocho de sus soldados en enfrentamientos directos con combatientes de Hezbollah en la región sur del Líbano. Estos enfrentamientos son parte de una serie de combates que se han producido en las últimas semanas, especialmente en las áreas montañosas cercanas a la frontera.
En paralelo, las fuerzas israelíes también han llevado a cabo ataques aéreos sobre Beirut, principalmente en los suburbios del sur de la capital libanesa, una zona conocida por ser un bastión de Hezbollah. Entre los bombardeos se han reportado la muerte de varios altos mandos del grupo, incluido su secretario general, Hassan Nasrallah, según fuentes militares israelíes.
Consecuencias devastadoras en el Líbano
Las consecuencias de esta ofensiva israelí han sido devastadoras para el Líbano. De acuerdo con las cifras proporcionadas por las autoridades libanesas, casi 2.000 personas han muerto en los bombardeos, mientras que alrededor de un millón de ciudadanos se han visto obligados a huir de sus hogares en busca de refugio, lo que ha generado una crisis humanitaria significativa.
En muchas zonas del sur del Líbano, la destrucción es palpable, con edificios y viviendas reducidos a escombros por los continuos bombardeos israelíes. Las organizaciones internacionales han comenzado a alertar sobre la necesidad urgente de ayuda humanitaria para los desplazados y las poblaciones afectadas, quienes enfrentan una grave escasez de alimentos, agua y atención médica.
Un escenario similar a Gaza
Este escenario de devastación en el Líbano evoca lo sucedido en la Franja de Gaza, donde Israel llevó a cabo una operación militar terrestre hace casi un año. En esa ofensiva, que también estuvo marcada por fuertes bombardeos y combates callejeros, más de 41.000 personas perdieron la vida y el enclave palestino quedó sumido en una crisis humanitaria de grandes proporciones.
La operación en Gaza, que sigue en curso, ha sido señalada por varias organizaciones internacionales como un ejemplo de la intensificación de los conflictos armados en Oriente Medio y de las graves consecuencias que estos tienen para las poblaciones civiles. En el caso del Líbano, la situación no parece alejarse mucho de esa realidad, ya que el país se enfrenta a una crisis similar de desplazados y destrucción masiva.
La postura internacional ante la ofensiva
El conflicto entre Israel y Hezbollah, como en ocasiones anteriores, ha generado reacciones a nivel internacional. Mientras algunos países respaldan el derecho de Israel a defenderse de las amenazas que representan las milicias chiíes en la región, otros han condenado la desproporción de los ataques, pidiendo un cese inmediato de las hostilidades.
La ONU y varias organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el alto número de víctimas civiles y la creciente crisis humanitaria en el Líbano. Desde el Consejo de Seguridad de la ONU, algunos miembros han pedido la implementación de un alto el fuego para evitar una mayor escalada en la región, que podría desestabilizar aún más el ya frágil equilibrio de poder en el Oriente Medio.
Sin embargo, Israel ha dejado claro que no detendrá su ofensiva hasta lograr sus objetivos militares, afirmando que Hezbollah representa una amenaza existencial para su seguridad nacional y que es necesario desmantelar por completo la infraestructura del grupo en el Líbano para garantizar la paz a largo plazo.
