Israel detiene a más de 100 sospechosos de terrorismo.

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Las fuerzas israelíes llevaron a cabo un fuerte operativo en el Hospital Naser de Khan Yunis, en la Franja de Gaza, deteniendo a más de 100 personas sospechosas de «actividad terrorista», según informaron fuentes militares. Durante la operación, se descubrió un considerable arsenal en las instalaciones médicas.

Operación basada en inteligencia.

El comunicado militar destacó que la operación en el hospital estaba en curso y era precisa, limitada y dirigida contra Hamás. Además, subrayaron que la acción se basaba en información de los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas israelíes.

Las tropas israelíes también informaron sobre enfrentamientos en los alrededores del hospital, resultando en la muerte de un número no especificado de supuestos «terroristas». Además, se mencionó que se llevaron a cabo redadas en varios objetivos en Khan Yunis, donde se encontraron armas, incluyendo granadas, artefactos explosivos y rifles AK-47.

Obstrucción de ayuda humanitaria.

El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, denunció que Israel obstaculizó la llegada de un convoy de ayuda humanitaria de la Organización Mundial de la Salud al Hospital Naser. Se reportó que dos camiones, uno con combustible y otro con agua y alimentos, fueron bloqueados, afectando a la ya precaria situación de suministros en el enclave palestino.

La Ministra de Sanidad palestina, Mai al Kaila, acusó al ejército israelí de cometer un «crimen continuo de genocidio» al atacar el hospital y realizar arrestos de personal médico y pacientes. También denunció cortes en servicios médicos, electricidad y oxígeno, calificando la situación como un «desastre en todos los sentidos de la palabra».

Detenciones y condiciones inhumanas.

El ministerio de Sanidad de Gaza alegó que Israel mantiene detenido a personal médico, pacientes y palestinos desplazados en condiciones inhumanas. Informaron sobre la detención de cinco médicos y 120 pacientes en un antiguo edificio del hospital, donde se interrumpieron los suministros básicos como electricidad, agua, comida y oxígeno. La situación ha llevado a duras críticas y preocupaciones sobre la prestación de servicios médicos en la Franja de Gaza.

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