Irán inaugura una base subterránea de misiles en el Golfo: una muestra de fuerza estratégica
En medio de crecientes tensiones internacionales, Irán anunció la apertura de una base subterránea de misiles navales ubicada en un lugar secreto del Golfo. Este movimiento estratégico ocurre días después de que Donald Trump asumiera su segundo mandato presidencial en los Estados Unidos, un evento que ha intensificado la preocupación en Teherán ante posibles acciones militares lideradas por Washington o Israel.
La televisión estatal iraní reveló imágenes de túneles construidos a 500 metros de profundidad, donde se encuentran almacenados misiles de largo alcance y una nueva versión de lanchas rápidas de clase Taregh, diseñadas para ser evasoras de radares y capaces de golpear barcos de guerra y destructores estadounidenses.
El general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria, destacó que esta base es una de las muchas diseñadas para lanzar ataques a larga distancia y resistir ofensivas aéreas. Por su parte, el general Amir Ali Hajizade comparó la base con un «volcán inactivo», preparado para desatar un poder destructivo en caso de ser necesario.
Contexto geopolítico
La inauguración de esta instalación se produce en un periodo de alta tensión:
- Irán teme que Israel, con el apoyo de Trump, ataque sus instalaciones nucleares.
- Estados Unidos ha intensificado las sanciones económicas bajo su política de «máxima presión».
- Recientes maniobras militares iraníes simularon ataques para defender la planta nuclear de Natanz, subrayando la importancia estratégica de proteger sus capacidades nucleares.
Paralelamente, Irán ha reforzado su alianza con Rusia mediante un acuerdo de asociación estratégica firmado entre los presidentes Masud Pezeshkian y Vladimir Putin. Este pacto incluye cláusulas de cooperación militar y compromisos para no asistir a posibles agresores mutuos, consolidando un eje opositor a las políticas de Estados Unidos y sus aliados.
