Inglaterra: Una mujer es hallada «momificada» en su departamento tras haber estado muerta por más de tres años
El hallazgo de Laura Winham ha conmocionado a la sociedad inglesa, no solo por la inusual situación de su descubrimiento, sino también por el contexto de vulnerabilidad en el que se encontraba la víctima. Laura, de 38 años, padecía esquizofrenia severa y vivía sola en un departamento en Surrey, una localidad del sur de Inglaterra. Su cuerpo fue encontrado por su hermano, quien decidió visitarla después de no haber tenido noticias de ella durante mucho tiempo. Su familia había perdido el contacto directo con Laura hacía años debido a su enfermedad, lo que agravó el trágico desenlace.
Un hallazgo devastador
El fatídico día del descubrimiento, el hermano de Laura se dirigió a su departamento con la intención de informarle del fallecimiento de su padre. Al llegar, tocó el timbre en reiteradas ocasiones, pero no obtuvo respuesta. Decidió entonces asomarse por una de las ventanas del departamento y fue allí cuando notó lo que parecía ser un pie debajo de una manta. Alarmado por lo que vio, no dudó en llamar a la policía para que intervinieran en la situación.
Al ingresar al departamento, los agentes encontraron a Laura Winham en un avanzado estado de momificación. Según la investigación forense, la mujer llevaba muerta más de tres años. Se cree que su fallecimiento ocurrió en noviembre de 2017, aunque no fue hasta más de tres años después cuando se descubrió su cuerpo. La escena era dantesca y dejaba en evidencia el prolongado abandono al que había sido sometida, tanto por su familia como por las instituciones encargadas de velar por su bienestar.
Una vida marcada por la esquizofrenia
Laura Winham sufría de esquizofrenia severa, una condición mental que la alejaba de su entorno social y familiar. La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse con claridad. En muchos casos, las personas que la padecen pueden experimentar alucinaciones, delirios y una desconexión de la realidad. En el caso de Laura, su enfermedad la llevó a aislarse progresivamente del mundo exterior.
La hermana de Laura, preocupada por no haber tenido noticias de ella durante años, intentó en múltiples ocasiones contactarse con ella, pero sin éxito. Ante la falta de respuesta, decidió acudir a las autoridades y a los servicios sociales para solicitar su intervención. Sin embargo, su preocupación no fue atendida de manera efectiva.
El abandono de los servicios sociales
La familia de Laura ha sido enfática al señalar que los servicios sociales y de salud mental fallaron en su responsabilidad de proteger a una persona vulnerable. Según la investigación realizada tras el hallazgo, los registros indican que, en 2017, se realizó una visita al departamento de Laura por parte del Ayuntamiento de Woking, la autoridad local responsable del bienestar de los residentes de la zona. No obstante, la visita no resultó en ninguna acción significativa, ya que al no haber respuesta en el domicilio, el caso no fue seguido de manera adecuada.
Una declaración de un ex empleado del Ayuntamiento de Woking confirmaba que, en efecto, se realizó una visita a la vivienda social de Laura, pero al no obtener respuesta, no se llevaron a cabo más acciones. «El Ayuntamiento de Woking realizó una visita a la casa, pero no hubo respuesta», indicó el ex trabajador, quien también señaló que Laura era una persona «vulnerable» y que su caso «debería haber sido marcado de esta manera», lo que habría alertado a la empresa de gestión de viviendas sociales, New Vision Homes, sobre su delicada situación.
La familia de Laura, profundamente devastada por la trágica pérdida, ha expresado su indignación ante lo que consideran un claro abandono por parte de las instituciones. Aseguran que Laura no recibió la atención que necesitaba debido a su enfermedad mental y que, de haber sido monitoreada adecuadamente, su muerte podría haberse evitado.
El caso de Laura Winham ha suscitado una oleada de críticas hacia los sistemas de asistencia social y salud mental del Reino Unido, poniendo en evidencia las carencias en el apoyo a las personas con enfermedades mentales severas. La falta de seguimiento adecuado y la escasa coordinación entre las instituciones responsables han dejado al descubierto una problemática estructural que afecta a muchas personas vulnerables en el país.
Los defensores de los derechos de las personas con enfermedades mentales han señalado que este trágico caso es solo un ejemplo más de cómo el sistema falla en proteger a aquellos que no pueden cuidarse por sí mismos. La esquizofrenia, en particular, es una de las enfermedades mentales más complejas de tratar, ya que a menudo requiere un enfoque multidisciplinario que involucre tanto a médicos, como a trabajadores sociales y familiares. Sin embargo, en el caso de Laura, parece que todos estos actores fallaron en su misión de protección.
Los expertos en salud mental también han destacado la importancia de no solo prestar atención médica, sino también de brindar apoyo social a las personas con trastornos mentales graves. La combinación de aislamiento social y una enfermedad como la esquizofrenia puede tener consecuencias devastadoras, como lo demuestra el caso de Laura Winham.
