Horror en Long Island: 11 perros rescatados de condiciones deplorables y exposición a drogas

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Un caso estremecedor de maltrato animal sacudió Long Island, donde Christopher DiGiovanna, de 42 años, fue arrestado tras ser acusado de mantener a 11 perros en condiciones infrahumanas en su hogar en el condado de Suffolk. La escena encontrada por las autoridades y la Sociedad Protectora de Animales (SPCA) revela un nivel de negligencia y crueldad alarmante, agravado por la exposición de dos cachorros a cocaína.


Un allanamiento que desvela el horror

El pasado sábado, agentes policiales y miembros de la SPCA del condado de Suffolk ingresaron a la vivienda tras recibir una denuncia sobre las pésimas condiciones del lugar. Lo que encontraron fue un escenario dantesco:

  • Condiciones insalubres extremas: La casa estaba infestada de ratas, con moho, hongos y heces acumuladas en todas partes. El aire estaba tan cargado de amoníaco por la orina que provocaba ardor en los ojos y garganta de los investigadores.
  • Habitación atestada de peligros: Diez de los perros estaban confinados en un pequeño dormitorio donde el suelo estaba cubierto de heces y orina. Además, el espacio contenía agujas hipodérmicas, cables eléctricos expuestos y otros materiales relacionados con drogas, representando un grave peligro.
  • Pruebas de abuso con drogas: Exámenes preliminares confirmaron que al menos dos de los perros habían estado expuestos a cocaína, un hallazgo que agravó la indignación de los rescatistas.

Los animales rescatados: sobrevivientes de la negligencia

Entre los perros rescatados había diez chihuahuas y un San Bernardo. Los animales presentaban signos de desnutrición, infestación de pulgas y lesiones evidentes debido al descuido prolongado.

DiGiovanna enfrenta ahora 22 cargos criminales de crueldad animal, con una posible pena de hasta 22 años de prisión si es declarado culpable. Además, el acusado tenía órdenes de arresto pendientes por otros casos no relacionados, lo que complica aún más su situación legal.

A pesar del sufrimiento vivido, hay un rayo de esperanza para estos animales. Los perros fueron trasladados a un refugio donde recibirán tratamiento médico y cuidados para recuperarse plenamente. Una vez sanos, estarán disponibles para adopción, ofreciendo la oportunidad de encontrar hogares llenos de amor y seguridad.


Este caso pone en evidencia la importancia de denunciar el maltrato animal y fortalecer las leyes para proteger a quienes no tienen voz. Las autoridades de Long Island esperan que este incidente genere conciencia sobre el impacto devastador de la crueldad animal y promueva medidas preventivas más efectivas.

La crueldad animal no solo es un delito, sino un reflejo de problemas más profundos en nuestra sociedad. Historias como estas nos recuerdan la responsabilidad que tenemos de proteger y cuidar a los animales, quienes dependen completamente de nuestra compasión y humanidad.

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