Hezbolá lanza cohetes hacia Tel Aviv por segundo día consecutivo
La ciudad de Tel Aviv, uno de los centros urbanos más importantes de Israel, fue blanca de los proyectos lanzados por Hezbolá, lo que activó sirenas de emergencia en varias zonas metropolitanas. Las fuerzas de defensa israelíes (FDI) informaron que los sistemas de defensa antiaérea interceptaron algunos de los cohetes, aunque otros lograron impactar en áreas abiertas, sin causar víctimas fatales, pero sí daños materiales menores.
Este es el segundo día consecutivo que la milicia libanesa lanza ataques contra Israel, un evento inusual debido a la alta seguridad que normalmente protege a la capital económica del país. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que su gobierno responderá con contundencia, asegurando que “ningún ataque contra el corazón de Israel quedará sin elenco”.
Israel responde con ataques aéreos en el sur del Líbano
Como represalia por los ataques, las IED bombardearon varias posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano. Testigos en la región informaron de intensos bombardeos que destruyeron infraestructuras militares y túneles subterráneos utilizados por las milicias.
El ejército israelí ha incrementado su presencia en la frontera norte, desplegando tropas adicionales y baterías de misiles defensivos. Analistas señalan que esta escalada podría ser el preludio de un conflicto más amplio, especialmente si otras milicias respaldadas por Irán, como las presentes en Siria e Irak, deciden involucrarse en la contienda.
Contexto regional: Gaza, Irán y la sombra de un conflicto mayor
La violencia en la frontera norte de Israel coincide con la intensificación de los combates en la Franja de Gaza, donde Israel lleva a cabo una operación militar contra Hamas. Irán, uno de los principales aliados de Hezbolá, ha advertido que continuará apoyando a las “resistencias”
Expertos sugieren que los ataques de Hezbolá podrían ser una estrategia coordinada con otras milicias para presionar a Israel en múltiples frentes. La situación es especialmente delicada, dado que un conflicto con Hezbolá implicaría el riesgo de arrastrar al Líbano entero a la guerra, lo que desataría una crisis humanitaria de gran escala.
