Hamás lanza nuevos ataques con misiles contra Israel
Hamás ha lanzado una serie de misiles contra varias ciudades de Israel, incluyendo Tel Aviv, desencadenando las sirenas de alerta y poniendo en acción al sistema de defensa antimisiles «Cúpula de Hierro». Este ataque, el primero en varios meses contra esa parte del país, ha causado un herido leve según los informes del servicio de emergencias Magen David Adom.
La «Cúpula de Hierro» interceptó la mayoría de los proyectiles lanzados, aunque se reportó la caída de metralla en localidades como Ranana, Petah Tikva y Bnei Brak. Las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás, reivindicaron el lanzamiento de los misiles como respuesta a las «masacres sionistas contra civiles».
El sistema de defensa antimisiles de Israel, conocido como la «Cúpula de Hierro», es crucial para la protección de sus ciudadanos. Este sistema intercepta y destruye cohetes de corto alcance y proyectiles artilleros, proporcionando una «burbuja de defensa» sobre las áreas urbanas. Desde su implementación en 2011, ha mejorado significativamente su tasa de intercepción, logrando destruir más de 400 cohetes solo en su primer año de operación.
Estos ataques se enmarcan en una larga historia de tensiones y enfrentamientos entre Israel y Hamás. La fricción aumentó notablemente después de la segunda guerra del Líbano en 2006, lo que llevó a Israel a desarrollar y desplegar la «Cúpula de Hierro». Los ataques recientes reflejan la persistente volatilidad en la región y la dificultad de lograr una paz duradera.
El impacto de estos ataques y las subsecuentes respuestas defensivas afecta profundamente a la población civil, que vive bajo la constante amenaza de ataques. Las sirenas de alerta y los refugios antiaéreos se han convertido en parte de la vida cotidiana en muchas ciudades israelíes, generando un ambiente de estrés y precaución continua.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia. Diversos países y organizaciones han instado a ambas partes a reducir las hostilidades y buscar soluciones diplomáticas. Sin embargo, la complejidad del conflicto y las profundas divisiones políticas y territoriales dificultan alcanzar un consenso.
