Hamás felicita a Hezbolá por ataque a Israel: Una “Bofetada en la cara” del Gobierno de ocupación

En un movimiento que subraya la creciente alianza entre facciones militantes en Oriente Medio, Hamás ha elogiado públicamente a Hezbolá por su reciente ataque a Israel, describiéndolo como “una bofetada en la cara del gobierno de ocupación fascista”. Esta declaración, que fue emitida el 25 de agosto de 2024, marca un nuevo nivel de coordinación y apoyo entre las dos organizaciones, lo que podría tener profundas implicaciones para la seguridad en la región y las relaciones internacionales.

El ataque, que Hezbolá ha reivindicado y que según su líder Hassan Nasrallah, tenía como objetivo una base de inteligencia militar cerca de Tel Aviv, ha intensificado las tensiones entre Israel y las organizaciones militantes palestinas y libanesas. La respuesta de Hamás, que gobierna la Franja de Gaza y ha sido un adversario constante de Israel, no es sorprendente, pero la retórica utilizada en su declaración refleja un endurecimiento de su postura.

La relación entre Hamás y Hezbolá ha evolucionado a lo largo de los años, fluctuando entre la cooperación y la competencia, dependiendo de las circunstancias políticas y estratégicas. Ambas organizaciones comparten un objetivo común: la oposición al Estado de Israel. Sin embargo, sus bases ideológicas son diferentes; Hamás es un movimiento sunita, mientras que Hezbolá es chiita. A pesar de estas diferencias, la hostilidad hacia Israel ha sido un factor unificador.

En los últimos años, la relación entre ambas organizaciones se ha fortalecido, impulsada por el apoyo común de Irán, que ha jugado un papel clave en financiar y armar a ambos grupos. Irán ve en ellos a actores clave en su estrategia para expandir su influencia en la región y contrarrestar el poder de Israel y sus aliados occidentales. Este apoyo ha permitido a Hamás y Hezbolá mejorar sus capacidades militares y su capacidad para coordinar ataques y operaciones contra Israel.

El conflicto sirio también ha sido un factor importante en la relación entre Hamás y Hezbolá. Durante los primeros años de la guerra civil siria, las relaciones entre las dos organizaciones se enfriaron debido al apoyo de Hezbolá al régimen de Bashar al-Assad, mientras que Hamás, que tenía vínculos con la Hermandad Musulmana, mostró simpatía por la oposición. Sin embargo, la situación ha cambiado con el paso del tiempo, y la necesidad mutua de apoyo ha llevado a una renovación de los lazos.

El ataque de Hezbolá contra una base de inteligencia israelí ha sido un evento significativo en el actual clima de tensión en Oriente Medio. Aunque los detalles completos del ataque aún no han sido revelados, se ha informado que se dirigió contra una instalación clave para las operaciones de inteligencia de Israel. La capacidad de Hezbolá para golpear un objetivo tan sensible ha alarmado a las autoridades israelíes y ha provocado una fuerte respuesta del gobierno.

En este contexto, la declaración de Hamás alabando el ataque es un claro intento de mostrar solidaridad y apoyo a Hezbolá, mientras refuerza su propia postura contra Israel. Al describir el ataque como “una bofetada en la cara del gobierno de ocupación fascista”, Hamás está utilizando un lenguaje deliberadamente provocador que refleja su rechazo total a cualquier forma de legitimidad para el Estado de Israel.

Esta retórica no es nueva para Hamás, que regularmente describe a Israel en términos similares. Sin embargo, la coincidencia del ataque de Hezbolá y la rápida respuesta de Hamás sugieren un alto nivel de coordinación entre las dos organizaciones. Esto podría indicar que están trabajando más estrechamente en sus estrategias contra Israel, lo que podría llevar a una escalada de violencia en la región.

La cooperación entre Hamás y Hezbolá plantea serias preocupaciones para la seguridad en Oriente Medio. Ambas organizaciones han demostrado su capacidad para llevar a cabo ataques significativos contra Israel, y si continúan coordinando sus esfuerzos, podrían representar una amenaza aún mayor. Esto es particularmente preocupante para Israel, que ya enfrenta múltiples desafíos de seguridad en sus fronteras con Gaza, Líbano y Siria.

La respuesta de Israel a este ataque y a la declaración de Hamás será crítica. El gobierno israelí ha dejado claro que no tolerará ataques contra su territorio y que responderá con fuerza. Sin embargo, cualquier acción militar contra Hamás o Hezbolá podría desencadenar una escalada de violencia que podría arrastrar a toda la región a un conflicto más amplio.

Además, la implicación de Irán en este contexto no puede ser ignorada. Irán ha sido un patrocinador clave tanto de Hamás como de Hezbolá, y su apoyo a estos grupos ha sido un elemento central de su política exterior. Si Israel decide tomar medidas militares contra estas organizaciones, podría llevar a una confrontación directa o indirecta con Irán, aumentando aún más las tensiones en Oriente Medio.