¿Groenlandia, el «51.º estado» de Trump? Una oferta difícil pero no imposible
El expresidente de EE. UU., Donald Trump, ha revivido su ambición de adquirir Groenlandia, un territorio estratégico con abundantes recursos naturales. Desde el Foro Económico Mundial en Davos, varios expertos en finanzas han debatido la viabilidad de esta propuesta, que, aunque complicada, no sería totalmente inviable.
Groenlandia, un territorio autónomo bajo soberanía danesa, ocupa un lugar clave cerca del Polo Norte y es objeto de interés por su potencial mineral y ubicación estratégica. Sin embargo, Dinamarca considera que «no tiene precio», según declaraciones de expertos en Davos.
A pesar de ello, Trump podría argumentar que el territorio está bajo la amenaza de influencias crecientes de China y Rusia. En este contexto, EE. UU. podría posicionarse como garante de su seguridad y estabilidad, lo que podría ser una moneda de negociación.
¿Cómo financiar una adquisición?
Trump podría buscar alternativas como la creación de un fondo soberano para financiar la adquisición, una idea similar a propuestas anteriores sobre activos estratégicos. Sin embargo, la evaluación de los recursos minerales y el costo de adquisición serían desafíos cruciales.
Trump ha mencionado el concepto de «dominio eminente», que permite al gobierno estadounidense expropiar propiedades por motivos de interés nacional, compensando a los propietarios de manera justa. Extender este principio internacionalmente sería polémico, estableciendo un precedente que otros países, como China respecto a Taiwán, podrían utilizar como justificación para acciones similares.
Aunque el control de Groenlandia podría fortalecer la posición estratégica de EE. UU. en el Ártico y garantizar acceso a recursos naturales, el costo político y las posibles represalias globales hacen que esta propuesta sea controvertida.