Gran brote de sífilis en Argentina

En los últimos años, Argentina ha experimentado un preocupante aumento en los casos de sífilis, una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que se creía bajo control. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Salud, los contagios han aumentado un 42%, lo que pone de manifiesto un cambio alarmante en los hábitos sexuales de la población, especialmente entre los jóvenes de 15 a 34 años.

Una de las principales razones detrás de este incremento es la tendencia de tener relaciones sexuales sin protección. Los estudios del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas de la UBA revelan que solo el 5% de los adolescentes usa preservativo de forma consistente en sus relaciones íntimas, lo que los expone a infecciones de transmisión sexual como la sífilis. La falta de uso adecuado del preservativo se ha convertido en un factor determinante en la reaparición de esta enfermedad, que en algún momento se creyó erradicada.

Datos alarmantes

En 2023, se registraron 32,293 nuevos casos de sífilis en Argentina, y las proyecciones para 2024 indican números similares, los más altos de las últimas tres décadas. Desde 2010, cuando apenas se registraban menos de 5,000 casos, la curva de contagios ha ido en aumento, con la excepción de los años de la pandemia de COVID-19, donde hubo una leve reducción debido al confinamiento y la menor interacción social.

Entre 2018 y 2023, Argentina notificó un total de 129,620 casos de sífilis, con un aumento sostenido de la tasa de incidencia de la enfermedad. En 2018, la tasa fue de 51 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que en 2023 esa cifra aumentó a 69 casos por cada 100,000.

Franja etaria más afectada

El grupo de edad más afectado por la sífilis en Argentina son los jóvenes de entre 20 y 24 años, con una tasa de contagio de 219 casos por cada 100,000 personas. Le siguen los grupos de 25 a 29 años, con una tasa de 185, y de 30 a 34 años, con 126 casos por cada 100,000. Las mujeres jóvenes, especialmente aquellas entre los 15 y 39 años, son las más afectadas por la enfermedad, lo que puede estar relacionado con una mayor accesibilidad a los servicios de salud.

El último Boletín Epidemiológico Nacional advierte que la sífilis sigue siendo un problema de salud pública importante y en crecimiento, tanto en Argentina como a nivel mundial.

¿Qué es la sífilis y cómo se transmite?

La sífilis es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum. Afecta tanto a hombres como a mujeres y se puede transmitir de manera congénita (de madre a hijo durante el embarazo) o adquirida, a través de relaciones sexuales sin protección o por transfusión de sangre infectada.

El uso correcto y sistemático del preservativo es la forma más eficaz de prevenir la sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, las desigualdades de género, sobre todo en las relaciones íntimas, siguen siendo un obstáculo importante para la utilización adecuada del preservativo.

Síntomas y etapas de la sífilis

Los síntomas de la sífilis varían según el estadio de la enfermedad. En la fase primaria, aparece una llaga o úlcera conocida como chancro, que puede localizarse en cualquier parte del cuerpo que haya estado en contacto con la bacteria, como la boca, el ano, la vagina o el pene. Este chancro suele desaparecer sin tratamiento después de unas semanas.

En la fase secundaria, pueden surgir erupciones en la piel, especialmente en el tronco, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También pueden aparecer lesiones en la boca, fiebre, agrandamiento de los ganglios linfáticos y pérdida de cabello.

La fase latente es asintomática, lo que significa que no presenta síntomas visibles pero la infección aún está presente en el cuerpo. En la fase terciaria, que ocurre después de años sin tratamiento, la sífilis puede causar graves problemas de salud, como parálisis, ceguera, enfermedades cardíacas y otros trastornos neurológicos.

Prevención y tratamiento

El tratamiento de la sífilis es sencillo y efectivo si se detecta a tiempo. Se trata con antibióticos, generalmente penicilina, que pueden curar la infección y prevenir complicaciones graves. Sin embargo, el principal desafío es la detección temprana y el uso constante de preservativos en las relaciones sexuales.

El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta la importancia del preservativo no solo para prevenir la sífilis, sino también para combatir otras ETS como el VIH, la gonorrea, la clamidia y el herpes. El uso correcto del preservativo previene hasta el 98% de los contagios de infecciones sexuales