Gabriel Boric enfrenta denuncia por acoso sexual mientras su abogado insiste en su inocencia

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Este martes, se difundieron 25 correos electrónicos intercambiados entre el presidente chileno Gabriel Boric y una mujer que lo denunció por acoso sexual y difusión de imágenes privadas. Los mensajes, enviados entre 2013 y 2014, incluyen textos y fotografías explícitas que ahora forman parte de una investigación en curso.

La denunciante, una abogada mayor de edad, presentó la acusación formal el 6 de septiembre, pero el caso se hizo público un mes después. El abogado del mandatario, Jonatan Valenzuela, aseguró que Boric es en realidad la víctima de un «acoso sistemático» reflejado en los correos enviados desde múltiples cuentas.

Los correos electrónicos y el cambio de tono

Los mensajes comenzaron con comentarios amistosos, apoyo político y solicitudes laborales, pero luego adoptaron un tono más personal y, finalmente, explícito. Entre las comunicaciones destacan frases de la denunciante como:

  • “Cuando quieras me llamas y me voy contigo a donde quieras” (diciembre de 2013).
  • “Te amo, estoy sufriendo. No puedo vivir sin ti” (febrero de 2014).
  • Mensajes que incluyeron fotografías explícitas, con advertencias posteriores de la denunciante exigiendo que no fueran compartidas.

Por su parte, Boric respondió de forma breve o con signos de interrogación, lo que según su abogado evidencia su desconcierto ante los mensajes recibidos.

Posición de la defensa

Valenzuela declaró que el Presidente no tuvo participación activa en las dinámicas que denuncia la mujer y que su cliente ha colaborado con la investigación liderada por el fiscal Cristián Crisosto, de la Fiscalía Regional de Magallanes. Además, explicó que la demora en informar sobre el caso se debió a una revisión exhaustiva de los antecedentes.

«Quisimos esperar hasta tener plena certeza de los hechos y confirmar que no había nada que ocultar», sostuvo Valenzuela en un punto de prensa.

El caso ha generado un intenso debate en Chile, especialmente entre sectores opositores, que critican la tardanza en la divulgación del caso. Algunos líderes han cuestionado el manejo de la denuncia por parte del equipo presidencial, mientras que defensores del mandatario piden cautela hasta que se esclarezcan los hechos.

El caso sigue en investigación y ha puesto bajo escrutinio tanto la conducta del Presidente como las acusaciones de la denunciante, cuya identidad permanece reservada.

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