Finlandia extiende el cierre de la frontera con Rusia ante temores de migración.
El Gobierno de Finlandia ha anunciado la prolongación del cierre total de su frontera con Rusia «hasta nuevo aviso», en un intento por prevenir la posible llegada masiva de refugiados utilizada como una táctica de desestabilización por parte del Kremlin.
Este anuncio se produce tras el cierre gradual de los ocho puntos fronterizos entre ambos países desde el pasado mes de noviembre, en respuesta a un inusual aumento del flujo de refugiados procedentes de Rusia, que las autoridades finlandesas atribuyeron a un presunto «ataque híbrido» por parte de Moscú.
La ministra finlandesa de Interior, Mari Rantanen, ha declarado que no se han observado cambios sustanciales en la situación y que la llegada de la primavera aumenta las posibilidades de que Rusia intensifique la presión migratoria en la frontera común. Se teme que Moscú pueda utilizar a cientos o incluso miles de personas ubicadas cerca de la frontera como instrumento para su transporte hacia Finlandia.
Además del cierre de los cruces fronterizos terrestres, Finlandia también cerrará el acceso marítimo a la navegación recreativa procedente de Rusia en varios puertos estratégicos.
A partir del 15 de abril, las solicitudes de asilo solo serán posibles en otros puntos fronterizos más alejados y en aeropuertos internacionales del país. El Gobierno finlandés considera que la migración instrumentalizada es una herramienta utilizada por Rusia para ejercer presión y debilitar la seguridad y la estabilidad social de Finlandia.
En respuesta a esta amenaza, el Ejecutivo está buscando alternativas para abordar este fenómeno y proteger sus fronteras y sociedad. Se espera que un proyecto de ley destinado a combatir la migración instrumentalizada sea tramitado de urgencia en el Eduskunta (Parlamento) en los próximos días.