Festival de Viña del Mar: 60 años de historia musical.

Hace más de seis décadas, el periodista Carlos Ansaldo dio vida al Festival de Viña del Mar, inicialmente concebido para mostrar las hermosas playas de la ciudad chilena. Lo que comenzó de manera espontánea evolucionó para convertirse en el evento musical más importante de Latinoamérica.

Crecimiento internacional: 1969, el punto de inflexión.

Desde sus inicios centrados en artistas locales, el festival se internacionalizó a partir de 1969, atrayendo a músicos de renombre y elevando su glamour. Durante la dictadura de Augusto Pinochet, se convirtió en una ventana de Chile al mundo, destacando con la transmisión internacional de televisión en 1973.

Carlos Ansaldo, creador y visionario.

En palabras de su creador, Carlos Ansaldo, el festival es parte integral de Viña del Mar, más que un evento televisivo. Nació con la intención de atraer visitantes, promover a compositores nacionales y proyectar internacionalmente el nombre de la ciudad. Sesenta años después, sus objetivos se han cumplido plenamente.

Desde Julio Iglesias y Nino Bravo hasta Gloria Gaynor y Camilo Sesto, la Quinta Vergara ha sido testigo de actuaciones memorables. El festival alojó a artistas de diversas épocas, desde el encanto de Sandro hasta la energía de los Back Street Boys.

Hitos tecnológicos: De blanco y negro a la televisión a color.

En 1978, el Festival de Viña del Mar hizo historia al convertirse en el primer programa de televisión en colores en Chile. Un hito que marcó la transición de la transmisión en blanco y negro a la era del color en la década de los 80, alcanzando a todo el país.

La Lista infinita de estrellas: De Fito Páez a J Balvin.

El festival ha albergado a una lista incontable de artistas, desde leyendas como Elton John y Rod Stewart hasta íconos contemporáneos como Maluma y J Balvin. En 2023, Nicki Nicole cerró el evento, añadiendo su nombre a la ilustre lista de participantes.

De humildes inicios a un espectáculo de clase mundial.

Iniciando con un modesto escenario y una carpa-telón, el festival ha evolucionado sin perder su esencia a lo largo de más de medio siglo. Sobrevivió a las convulsiones sociales y a las tendencias de la moda, expandiendo su calidad año tras año, y manteniendo su lugar como un tesoro cultural sudamericano para el mundo. La magia del Festival de Viña del Mar continúa encantando a artistas y audiencias por igual.