Farley Granger fue un actor estadounidense que se destacó en la década de 1940 y 1950, especialmente conocido por sus colaboraciones con el director Alfred Hitchcock en las películas «Rope» (1948) y «Strangers on a Train» (1951). Granger, con su atractivo juvenil y su habilidad para interpretar papeles complejos, dejó una huella indeleble en el cine clásico de Hollywood. Este artículo explora su vida, carrera y legado, ofreciendo una visión detallada de su contribución al cine.

Farley Earle Granger Jr. nació el 1 de julio de 1925 en San José, California. Fue el hijo de Farley Earle Granger Sr. y Eva Hopkins Granger. Su padre era un empresario exitoso, pero la familia enfrentó dificultades financieras durante la Gran Depresión. A pesar de estos desafíos, Granger mostró un temprano interés por la actuación.

En su adolescencia, Granger se unió a la compañía de teatro comunitario de San José, donde desarrolló sus habilidades actorales. Después de graduarse de la escuela secundaria, se mudó a Los Ángeles para seguir una carrera en la actuación. Fue descubierto por el productor Samuel Goldwyn mientras actuaba en una obra de teatro en Hollywood High School. Goldwyn, impresionado por su talento y presencia escénica, le ofreció un contrato de siete años con su estudio.

Granger hizo su debut en el cine en 1943 con «The North Star», dirigida por Lewis Milestone. La película, un drama de guerra sobre la resistencia ucraniana contra la invasión nazi, fue bien recibida y ayudó a lanzar la carrera de Granger. A pesar de su éxito inicial, su carrera se vio interrumpida cuando fue reclutado en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante su servicio en el ejército, Granger continuó actuando en producciones teatrales y películas de entrenamiento para las tropas. Esta experiencia no solo le permitió perfeccionar su oficio, sino que también le dio una perspectiva valiosa sobre la importancia del entretenimiento en tiempos de guerra.

Después de la guerra, Granger regresó a Hollywood y retomó su carrera cinematográfica. Fue su colaboración con el legendario director Alfred Hitchcock lo que realmente lo catapultó a la fama. En 1948, Granger protagonizó «Rope», una película innovadora basada en la obra teatral de Patrick Hamilton. La película, filmada en largas tomas continuas para crear la ilusión de una toma continua, fue un desafío técnico y narrativo.

En «Rope», Granger interpreta a Philip Morgan, uno de los dos jóvenes que cometen un asesinato como un ejercicio intelectual, inspirado en las teorías del superhombre de Nietzsche. La interpretación de Granger como el ansioso y culpable Philip fue aclamada por la crítica y demostró su capacidad para manejar roles complejos y psicológicamente desafiantes.

La segunda colaboración de Granger con Hitchcock fue en «Strangers on a Train» (1951), una adaptación de la novela de Patricia Highsmith. En esta película, Granger interpreta a Guy Haines, un tenista profesional que se ve envuelto en una trama de asesinato cuando conoce a un psicópata, Bruno Anthony, interpretado por Robert Walker. La tensión y química entre Granger y Walker, combinada con la dirección magistral de Hitchcock, hicieron de «Strangers on a Train» un clásico del cine noir.

Después de sus éxitos con Hitchcock, Granger continuó trabajando en una variedad de películas durante la década de 1950. Entre sus películas destacadas de este período se encuentran «Side Street» (1950), un thriller dirigido por Anthony Mann, y «Edge of Doom» (1950), un drama oscuro sobre la desesperación y la redención.

A pesar de su éxito en el cine, Granger siempre tuvo una fuerte conexión con el teatro. En 1955, decidió mudarse a Nueva York para dedicarse al teatro y explorar su amor por la actuación en vivo. Actuó en varias producciones de Broadway y Off-Broadway, incluyendo «The Seagull» de Anton Chekhov y «The Crucible» de Arthur Miller. Su trabajo en el teatro le permitió explorar una amplia gama de personajes y estilos de actuación, consolidando su reputación como un actor versátil y talentoso.

La vida personal de Granger fue tan fascinante como su carrera profesional. A lo largo de su vida, Granger fue abierto sobre su bisexualidad, un tema que era tabú en Hollywood durante su apogeo. Mantuvo relaciones con varias figuras prominentes de la industria del entretenimiento, incluyendo al guionista Arthur Laurents y la actriz Shelley Winters.

Granger escribió sobre sus experiencias personales y profesionales en su autobiografía, «Include Me Out», publicada en 2007. En el libro, ofrece una visión sincera y honesta de su vida, desde sus primeros días en Hollywood hasta su trabajo en el teatro y sus luchas con su identidad sexual.

En los años 60 y 70, Granger continuó actuando en cine, televisión y teatro, aunque con menos frecuencia que en sus años de apogeo. A lo largo de estas décadas, apareció en varias series de televisión y películas europeas, diversificando aún más su carrera.

Farley Granger falleció el 27 de marzo de 2011, a la edad de 85 años. A lo largo de su carrera, dejó una impresión duradera en el cine clásico de Hollywood, siendo recordado no solo por sus actuaciones memorables, sino también por su valentía al vivir su vida auténticamente en una época de intensa presión social.

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