Falleció Colin Petersen, el primer baterista de los Bee Gees, a los 78 años
El mundo de la música llora la partida de Colin Petersen, el primer baterista oficial de los Bee Gees, quien falleció este lunes a los 78 años. La noticia fue anunciada a través de las redes sociales, aunque hasta el momento no se han revelado las causas de su deceso.
Un pilar en los primeros éxitos de los Bee Gees
Petersen se unió a la banda en 1966, convirtiéndose en el primer integrante por fuera de los hermanos Barry, Robin y Maurice Gibb. Durante su tiempo con los Bee Gees, formó parte de algunos de sus mayores éxitos, incluyendo canciones icónicas como “I Started a Joke”, “To Love Somebody” y “I Just Gotta Get a Message to You”.
El baterista permaneció con el grupo hasta 1969, año en que fue despedido, dejando tras de sí un legado imborrable en la historia de la música pop.
El mensaje de despedida
La cuenta oficial Best of The Bee Gees en Facebook compartió un emotivo mensaje para despedirlo:
“Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de nuestro querido amigo Colin ‘Smiley’ Petersen. Enriqueció nuestras vidas y unió a nuestro grupo con amor, cuidado y respeto. No estamos seguros de cómo podemos seguir adelante sin su brillante sonrisa y su profunda amistad. Te amamos, Col. Descansa en paz”.
Una vida ligada al entretenimiento
Antes de su éxito con los Bee Gees, Petersen destacó como actor infantil en películas como Smiley y The Scamp, ganando notoriedad desde joven. Posteriormente, alcanzó la cúspide de su carrera musical con los Bee Gees, participando en un período que dejó un récord de ventas de más de 22 millones de copias.
Tras su salida de la banda, formó parte de otros proyectos musicales, como Steve and the Board y Humpy Bong. Su lugar en los Bee Gees fue ocupado por Terry Cox, baterista de Pentangle.
Colin Petersen nació el 24 de marzo de 1946 en Queensland, Australia. Era padre de dos hijos, Jamie y Ben, y será recordado como un talento único que dejó una huella profunda en la historia de la música pop.
Con su fallecimiento, el legado de los primeros años de los Bee Gees vuelve a resonar con fuerza, recordando el impacto de un músico que supo ser mucho más que un baterista: un creador de historias sonoras que marcaron generaciones.