Fallece Tony Todd, icónico actor de terror, a los 69 años
El cine de terror perdió a una de sus figuras más emblemáticas: Tony Todd, reconocido por su papel en la saga Candyman y en Destino Final, falleció el viernes en su residencia de Los Ángeles a los 69 años, según informó su representante al medio Deadline. Hasta el momento, las causas de su muerte no han sido reveladas.
Tony Todd nació en Washington D.C. en 1954 y estudió en el Instituto Nacional de Actores de Teatro Eugene O’Neill, en Connecticut, donde forjó una sólida formación actoral. Con una voz potente y una estatura imponente de 1,96 metros, comenzó su carrera en el cine con papeles en películas como Colors (1988) y Bird (1988). Sin embargo, fue en 1990, al protagonizar la adaptación de Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes) de Tom Savini, que se adentró de lleno en el género de terror que lo definiría.
En 1992, Todd consolidó su lugar en la historia del cine con su interpretación del espíritu vengador Daniel Robitaille en Candyman, de Bernard Rose, un personaje cuya presencia dejó una marca indeleble en el género. Su actuación en esta película, junto con sus participaciones en dos secuelas, le permitió ganar un lugar destacado en el imaginario popular.
Tony Todd también brilló en otros títulos icónicos de terror, como The Crow (1994), Wishmaster (1997), y Hatchet (2006), además de la saga Destino Final, donde encarnaba al inquietante forense que anticipaba la llegada de la muerte. Su trayectoria continuó hasta sus últimos años, participando en películas recientes como Hell Fest (2018) y en los proyectos Werewolf Game y Stream, programados para estrenarse este año.
Además de su carrera en el cine, Todd también se destacó en televisión, con papeles en Star Trek y Homicide: Life on the Street. Su voz grave y poderosa fue utilizada para dar vida al personaje de Venom en el videojuego Spider-Man 2 y a otros personajes en Transformers: Revenge of the Fallen.
Con su partida, el cine de terror pierde a uno de sus grandes exponentes. Su legado queda plasmado en cada una de sus actuaciones, que continuarán provocando miedo y fascinación en los amantes del género por generaciones.
