El reconocido músico misionero, Ramón Ayala, falleció a la edad de 96 años en el Sanatorio Güemes, donde estuvo internado por más de 10 días debido al agravamiento de un cuadro de neumonía. Conocido como un referente de la música litoraleña, Ayala dejó un legado imborrable en el folclore argentino.

Nacido como Ramón Gumercindo Cidade, Ayala fue más que un músico; también se destacó como compositor, intérprete, guitarrista, pintor y narrador de historias. A lo largo de su carrera, dejó una huella imborrable en la escena musical, siendo reconocido como el creador del ritmo «gualambao».

Entre sus obras más destacadas se encuentran canciones de profunda belleza y contenido social, como «El jangadero», «El mensú», «El cosechero» y «Canto al Río Uruguay». Su enfoque cuidadoso y original lo distinguió en un ambiente folclórico dominado por otras formaciones, y en el litoral, supo forjar su propia tradición, alejándose de las influencias más convencionales.

Aunque su estilo solitario y su dedicación a la canción social lo emparentaron con la figura de Atahualpa Yupanqui, Ramón Ayala mantuvo una singularidad que resistió comparaciones. Su contribución a la música y la cultura litoraleña perdurará como un legado valioso en la rica tradición folclórica de Argentina.

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