Falla informática mundial de Microsoft.

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El 18 de julio de 2024, una falla informática mundial de Microsoft causó un caos significativo en numerosos sectores, afectando particularmente a los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque en Argentina. La interrupción, que dejó fuera de servicio varias plataformas y servicios clave de la compañía tecnológica, tuvo repercusiones inmediatas y graves en las operaciones aeroportuarias, causando retrasos, cancelaciones y una considerable confusión entre los pasajeros. Este artículo examina en detalle los eventos de ese día, el impacto específico en los aeropuertos argentinos, las respuestas de las autoridades y las medidas implementadas para mitigar futuras fallas.

Microsoft, una de las mayores empresas de tecnología del mundo, proporciona una variedad de servicios esenciales para diferentes industrias. Entre estos servicios se encuentran Microsoft 365, Azure y diversas plataformas de administración de datos y comunicación. La falla informática que ocurrió el 18 de julio afectó principalmente a los servicios en la nube, impidiendo el acceso a correos electrónicos, sistemas de gestión de datos y aplicaciones de colaboración, entre otros.

La causa de la falla, según los informes iniciales, se debió a una actualización defectuosa que provocó problemas en los servidores globales de Microsoft. Esta interrupción no solo afectó a las empresas y usuarios individuales, sino que también tuvo un impacto considerable en infraestructuras críticas, como los aeropuertos.

Los aeropuertos internacionales de Ezeiza y Aeroparque, los dos principales puntos de entrada y salida de vuelos en Argentina, se vieron seriamente afectados por la interrupción del servicio de Microsoft. Estos aeropuertos dependen en gran medida de sistemas informáticos para gestionar una variedad de operaciones, desde la emisión de boletos y la facturación de equipaje hasta el control de tráfico aéreo y la comunicación entre el personal de tierra y las aerolíneas.

La falla informática provocó un colapso en los sistemas de emisión de boletos y check-in, lo que resultó en largas filas y frustración entre los pasajeros. Muchos viajeros se encontraron incapaces de completar sus procedimientos de check-in de manera regular, lo que llevó a numerosos retrasos en los vuelos. Según los reportes de las autoridades aeroportuarias, al menos 25 vuelos fueron retrasados en Ezeiza, mientras que en Aeroparque se registraron alrededor de 15 vuelos afectados.

Las cancelaciones también fueron una consecuencia inevitable. Varias aerolíneas, incapaces de procesar la documentación necesaria para sus vuelos, optaron por cancelar ciertas rutas para evitar una mayor acumulación de problemas. Pasajeros en tránsito y aquellos con conexiones internacionales se vieron particularmente perjudicados, ya que la coordinación entre diferentes aeropuertos también se vio comprometida.

Problemas de Comunicación

Otro aspecto crítico afectado por la falla fue la comunicación interna y externa de los aeropuertos. Los sistemas de correo electrónico y mensajería, esenciales para la coordinación entre los diferentes departamentos y con las aerolíneas, quedaron inutilizados. Esto dificultó la capacidad de los equipos de gestión para responder rápidamente a la situación y coordinar esfuerzos para mitigar el impacto.

Además, los anuncios de vuelo y la información actualizada para los pasajeros se vieron interrumpidos. Las pantallas informativas no pudieron mostrar los horarios de vuelos y puertas de embarque, lo que contribuyó a la confusión generalizada y al estrés de los viajeros que intentaban obtener información sobre sus vuelos.

Si bien los sistemas de control de tráfico aéreo no dependen exclusivamente de los servicios de Microsoft, la falla afectó las comunicaciones auxiliares y la gestión de datos, lo que obligó a los controladores a operar en condiciones más desafiantes. La pérdida de acceso a ciertas bases de datos y herramientas de coordinación incrementó el riesgo de errores humanos, obligando a los controladores a trabajar con procedimientos manuales y redundantes.

Respuesta de las Autoridades

Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas reaccionaron rápidamente para abordar la crisis, implementando una serie de medidas de emergencia para minimizar el impacto en los pasajeros y restablecer las operaciones normales lo antes posible.

Una de las primeras acciones tomadas fue desplegar personal adicional en las terminales para asistir a los pasajeros y proporcionar información en tiempo real. Anuncios por altavoces y la distribución de volantes informativos ayudaron a mantener a los viajeros informados sobre la situación y las medidas a tomar.

Las aerolíneas también habilitaron líneas telefónicas de emergencia y ampliaron su presencia en redes sociales para responder a las consultas de los pasajeros y ofrecer soluciones alternativas, como la reprogramación de vuelos y el reembolso de boletos.

Soluciones Técnicas y Procedimientos Manuales

Dado que los sistemas informáticos permanecieron inactivos durante varias horas, se implementaron procedimientos manuales para procesar el check-in y la facturación de equipaje. El personal aeroportuario utilizó formularios en papel y listas manuales para registrar a los pasajeros y sus pertenencias, lo que, aunque lento y laborioso, permitió mantener un flujo mínimo de operaciones.

Las aerolíneas también recurrieron a sistemas de respaldo y procedimientos offline para manejar las operaciones críticas. Se realizaron pruebas adicionales para garantizar que las medidas temporales no comprometieran la seguridad ni la eficiencia operativa.

Medidas Preventivas y Lecciones Aprendidas

La falla informática mundial de Microsoft y su impacto en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas ante interrupciones tecnológicas. Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas han identificado varias lecciones clave y medidas preventivas para fortalecer su resiliencia ante futuros incidentes similares.

Una de las principales lecciones aprendidas es la necesidad de diversificar los proveedores de servicios tecnológicos. Depender excesivamente de un solo proveedor puede aumentar el riesgo de interrupciones generalizadas. Los aeropuertos y las aerolíneas están considerando opciones para distribuir sus servicios entre múltiples proveedores, garantizando que una falla en un sistema no paralice completamente las operaciones.

La implementación de sistemas de respaldo robustos y procedimientos de contingencia es esencial para mantener la continuidad operativa. Esto incluye la creación de sistemas redundantes que puedan activarse automáticamente en caso de falla, así como el entrenamiento regular del personal en procedimientos manuales y de emergencia.

Fortalecer los canales de comunicación y la coordinación interna y externa es crucial para responder de manera efectiva a una crisis. Las autoridades aeroportuarias están revisando sus protocolos de comunicación y estableciendo líneas directas con aerolíneas, proveedores de servicios y otras entidades relevantes para asegurar una respuesta rápida y coordinada.

Finalmente, la evaluación continua y la actualización de los planes de contingencia son vitales. Esto incluye realizar simulacros y ejercicios regulares para identificar posibles debilidades y asegurar que todos los miembros del personal estén preparados para manejar una interrupción tecnológica.

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