Explosiones de beepers en Líbano y Siria: El papel de la empresa húngara y la relación con Hezbollah

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El martes 17 de septiembre de 2024, el mundo fue testigo de un ataque sin precedentes en el que beepers, dispositivos obsoletos para muchos, pero aún en uso en ciertas organizaciones y sectores, detonaron casi simultáneamente en manos de cientos de miembros de la milicia de Hezbollah en Líbano y Siria. Este hecho, atribuido a Israel, resultó en la muerte de al menos 12 personas, incluyendo una niña de 8 años, y casi 3,000 heridos. Las detonaciones han generado una fuerte tensión en la región, donde Hezbollah responsabiliza directamente a Israel de lo que consideran una operación sofisticada para eliminar a sus miembros.

Los beepers AR-924 y su misteriosa procedencia

Una de las preguntas clave tras el ataque es el origen de los dispositivos que fueron utilizados por Hezbollah. Los beepers AR-924, que estallaron durante la tarde del martes, fueron fabricados por BAC Consulting KFT, una empresa con sede en Budapest, Hungría, según lo confirmado por Gold Apollo, una compañía taiwanesa que había autorizado el uso de su marca para la venta de estos productos. Gold Apollo emitió un comunicado el miércoles 18 de septiembre en el que afirmaba que BAC Consulting era responsable tanto del diseño como de la manufactura de estos dispositivos, aunque reconoció que habían permitido que la empresa húngara utilizara su nombre en los productos.

El presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, explicó en una conferencia de prensa que su empresa firmó un acuerdo con BAC Consulting hace tres años. Sin embargo, no presentó una prueba física del contrato, lo que ha dejado en el aire varias preguntas sobre los detalles específicos de la relación comercial entre ambas compañías.

Manipulación y detonación remota: la hipótesis principal

Las explosiones de los beepers no parecen haber sido un accidente. Las autoridades libanesas y Hezbollah coinciden en que el ataque fue llevado a cabo mediante una manipulación sofisticada de los dispositivos. En torno a las 3:30 de la tarde, los beepers comenzaron a calentarse en las manos o bolsillos de los miembros de Hezbollah, quienes se encontraban realizando actividades cotidianas, como comprar comida, estar en cafeterías o conducir. Poco después, los dispositivos explotaron, generando una escena caótica y sangrienta en diferentes partes de Líbano y Siria.

Muchos de los lugares donde ocurrieron las explosiones eran zonas donde Hezbollah tiene una fuerte presencia, como un suburbio en el sur de Beirut, la región de Beqaa en el este de Líbano y Damasco, en Siria. Sin embargo, hasta el momento no está claro si las explosiones también afectaron a civiles que no formaban parte de la milicia, aunque las autoridades libanesas confirmaron que algunas de las víctimas no estaban relacionadas directamente con Hezbollah.

Israel, a quien se le atribuye la operación, no ha hecho declaraciones oficiales sobre el ataque. Sin embargo, un funcionario estadounidense anónimo afirmó que Israel había informado a Estados Unidos sobre la finalización de la operación el mismo martes. Según esta fuente, pequeñas cantidades de explosivos habían sido colocadas previamente dentro de los beepers, permitiendo su detonación a distancia en el momento adecuado.

El impacto en Líbano: muertos, heridos y pánico en las calles

La explosión de los beepers dejó un rastro de destrucción y pánico en las áreas afectadas. Al menos 12 personas murieron, incluyendo a una niña de 8 años, y cerca de 3,000 personas resultaron heridas, muchas de ellas gravemente. Los hospitales de Beirut y otras ciudades se vieron abrumados con la cantidad de pacientes, lo que obligó al ministro de Salud de Líbano, Firas Abiad, a coordinar esfuerzos para distribuir a los heridos entre distintos centros médicos y así evitar el colapso de los servicios sanitarios.

El caos en los hospitales de Beirut se fue disipando lentamente a medida que pasaban las horas, pero las escenas de desesperación y confusión entre los familiares de los heridos continuaron. Muchas de las víctimas presentaban heridas graves en los ojos y algunas sufrieron amputaciones debido a la gravedad de las explosiones. Abiad informó que Turquía, Irak, Siria y Egipto se ofrecieron a proporcionar ayuda médica para atender a los heridos.

Un avión militar iraquí aterrizó en Beirut la mañana del miércoles con 15 toneladas de medicamentos y equipo médico para apoyar en el tratamiento de las víctimas. Sin embargo, el dolor y la angustia entre los familiares de las víctimas sigue presente mientras Líbano intenta recuperarse de este devastador ataque.

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