Exitoso intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania.
En un histórico intercambio, Rusia y Ucrania liberaron a 100 prisioneros de guerra cada uno, poniendo fin a tensiones que han perdurado durante casi dos años en el conflicto que enfrenta a ambas naciones. El Ministerio de Defensa ruso y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunciaron la exitosa operación a través de sus redes sociales, destacando el papel clave de los Emiratos Árabes Unidos como intermediarios.
En una publicación en la aplicación de mensajería Telegram, el Ministerio de Defensa ruso informó que los soldados liberados se someterán a exámenes médicos en Moscú, destacando la operación como un resultado de la «mediación humanitaria» de Emiratos Árabes Unidos. Por su parte, Zelenski expresó su gratitud hacia los Emiratos Árabes Unidos y subrayó que la mayoría de los prisioneros liberados habían participado en la defensa del puerto de Mariúpol en el mar de Azov.
«Siempre recordamos a nuestra gente en cautiverio, a todos. Necesitamos recuperar a todos. Trabajamos en eso todos los días», enfatizó Zelenski, subrayando la dedicación constante de su gobierno para la liberación de prisioneros de guerra.
Las imágenes compartidas en redes sociales mostraban a los militares recién liberados cubiertos con la bandera nacional ucraniana, abrazándose y comunicándose por teléfonos móviles. El Comité Coordinador de Ucrania para el Trato de Prisioneros de Guerra detalló que 28 de los prisioneros liberados estaban heridos o enfermos, destacando la valentía de aquellos que participaron en la defensa de Mariúpol.
En un anuncio adicional, previo al intercambio, Zelenski confirmó el cambio en el liderazgo militar, desplazando a Valeri Zaluzhni como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y nombrando al coronel general Oleksandr Sirskyi en su lugar. Zelenski describió a Sirskyi como el «comandante ucraniano más experimentado», poniendo fin a semanas de especulaciones sobre la posible destitución de Zaluzhni.
Con este intercambio y cambio de liderazgo, la región observa un cambio significativo en el panorama geopolítico, mientras las esperanzas de una resolución pacífica del conflicto se mantienen en el horizonte.
