Estancamiento en las negociaciones de Gaza.

A pesar de la creciente presión internacional por un cese el fuego en Gaza, las negociaciones entre Hamás e Israel se han estancado, llevando a que la tregua esperada se postergue hasta la próxima semana. La delegación de Hamás abandonó El Cairo sin llegar a un acuerdo, marcando un «peligroso punto de inflexión que amenaza la posibilidad de éxito y de alcanzar un acuerdo final».

Se prevé que las conversaciones se reanuden el próximo domingo, el primer día de la semana en Egipto, pero las perspectivas de un pacto antes del inicio del Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, son inciertas. Un punto de fricción crítico se centra en la «poco clara y ambigua» retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza. Mientras Israel ofrece retirarse al este del enclave sin especificar lugares, Hamás exige una retirada a través de zonas concretas y claras.

La falta de garantías por parte de Israel sobre el alto el fuego agrava la situación. La ausencia de la participación del Estado Judío en los encuentros en El Cairo se debe a la incapacidad de Hamás para proporcionar una lista de nombres de los rehenes aún con vida, alegando problemas logísticos causados por la guerra. Se estima que algunos de los 134 cautivos podrían estar en manos de otros grupos o milicias incomunicadas en el enclave, con más de 30 de ellos posiblemente fallecidos, según informaciones filtradas.

En las últimas 24 horas, el Ministerio de Sanidad del enclave controlado por Hamás informó sobre nueve masacres cometidas por la ocupación israelí, resultando en 83 muertos y 142 heridos. Los supervivientes en Gaza, incluyendo dos millones de desplazados, enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes, con destrucción generalizada de viviendas, colapso hospitalario, brotes de epidemias y escasez crítica de agua potable y alimentos, alcanzando niveles de hambruna.

La situación de seguridad alimentaria, especialmente en el norte de Gaza, se describe como «extremadamente grave», con informes de personas alimentando a sus hijos con forraje para animales y alimentos silvestres, lo que podría resultar en consecuencias para la salud como desnutrición, deficiencias nutricionales, toxicidad o enfermedades transmitidas por los alimentos. La urgencia de un acuerdo y la necesidad de abordar la crisis humanitaria en Gaza son imperativas en este delicado contexto.