Estados Unidos refuerza su presencia militar en Oriente Medio ante el aumento de tensiones entre Israel y Hezbolá
En medio de crecientes temores de un conflicto a gran escala, Estados Unidos ha decidido enviar tropas adicionales a Oriente Medio e instar a sus ciudadanos a abandonar el Líbano. Esta medida se produce en un contexto donde Israel avanza hacia una guerra total con el grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán.
Anuncio del Despliegue Militar
El mayor general Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, anunció el despliegue el lunes, aunque no proporcionó detalles específicos sobre el número de tropas adicionales o la naturaleza de su misión, citando razones de «seguridad operativa». Este contingente se sumará a los aproximadamente 40,000 soldados estadounidenses ya presentes en la región.
«Ante la creciente tensión en Medio Oriente y por precaución, estamos enviando un pequeño número adicional de personal militar estadounidense para reforzar nuestras fuerzas que ya están en la región», afirmó Ryder.
Como parte de este despliegue, el portaaviones USS Harry S. Truman y su grupo de ataque han sido enviados al este desde Norfolk, Virginia, con aproximadamente un mes de antelación respecto a su partida originalmente programada. Esto restaurará la presencia de dos portaaviones estadounidenses en la región, ya que el USS Abraham Lincoln permanece en el Mar Arábigo en medio de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza y los crecientes ataques contra Hezbolá en el Líbano.
Además del despliegue militar, el Departamento de Estado de EE. UU. ha emitido una advertencia instando a los ciudadanos estadounidenses a encontrar maneras de abandonar el Líbano mientras todavía hay opciones de transporte disponibles. «Debido a la naturaleza impredecible del conflicto en curso entre Hezbolá e Israel y las recientes explosiones en todo el Líbano, incluido Beirut, la Embajada de Estados Unidos insta a los ciudadanos estadounidenses a abandonar el Líbano mientras aún existan opciones comerciales disponibles», indica el comunicado.
El Departamento de Estado subrayó que, si bien hay vuelos comerciales disponibles, la capacidad es reducida y la situación de seguridad puede afectar la disponibilidad de futuras opciones de salida. Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, muchos estadounidenses quedaron varados debido a la reducción de vuelos y el cierre de aeropuertos.
Las decisiones de EE. UU. se producen en un momento crítico, ya que Israel ha intensificado sus ataques aéreos contra Hezbolá en el Líbano en la última semana. Un ataque con un «buscapersonas explosivo» realizado por el Mossad el 17 de septiembre resultó en aproximadamente 2,800 heridos y al menos 12 muertos.
Israel ha declarado que estos ataques tienen como objetivo forzar a Hezbolá a detener sus agresiones casi diarias en el norte de Israel, que comenzaron poco después del inicio del conflicto con Hamás. A pesar de la creciente violencia, la administración Harris-Biden sigue presionando para alcanzar un alto el fuego y un acuerdo sobre los rehenes para poner fin a las hostilidades.