Estados Unidos acusa a Rusia de desestabilizar el gobierno de Javier Milei

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El Departamento de Estado de EE.UU. afirma que Moscú utiliza tácticas de influencia informativa en Argentina, con el objetivo de generar inestabilidad política y social en la región.

El gobierno de los Estados Unidos lanzó recientemente graves acusaciones contra Rusia, señalando que el Kremlin está llevando a cabo una campaña encubierta de desinformación y manipulación informativa con el objetivo de desestabilizar al gobierno argentino, liderado por Javier Milei. Según un comunicado del Departamento de Estado, el canal estatal ruso RT (Russia Today) y sus filiales desempeñan un rol central en estas operaciones, utilizando una combinación de tácticas cibernéticas y encubrimientos para influir en la política interna de Argentina y otras naciones de la región.

Este tipo de acusaciones no son nuevas para Rusia, pero adquieren relevancia particular en un momento crítico para el gobierno de Milei, quien asumió el poder en medio de una fuerte crisis económica y tensiones sociales. Washington ha destacado que las tácticas rusas no solo buscan debilitar al actual gobierno, sino también sembrar discordia entre Argentina y sus vecinos sudamericanos.

El papel de RT en la campaña de desinformación

RT, anteriormente conocida como Russia Today, es un medio estatal ruso que ha sido señalado en varias ocasiones por su papel en la difusión de propaganda pro-Kremlin y la influencia en asuntos internos de otros países. En esta ocasión, el Departamento de Estado ha identificado a RT como una herramienta clave utilizada por Rusia para influir en el clima político en Argentina. Según el comunicado, RT ha utilizado su financiación estatal para reclutar y pagar de manera encubierta a personalidades de las redes sociales con el fin de difundir mensajes alineados con los intereses del Kremlin.

Las autoridades estadounidenses también afirman que RT ha participado en actividades encubiertas utilizando empresas pantalla para ocultar su verdadero rol en la creación y difusión de contenido. Este tipo de operaciones, conocidas como campañas de influencia encubierta, tienen como objetivo manipular la opinión pública sin que el origen real de la información sea fácilmente identificable.

Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., subrayó que estas actividades no se limitan únicamente a Argentina, ya que RT y otros medios vinculados al Kremlin han llevado a cabo operaciones similares en otras partes del mundo. Entre los ejemplos más recientes se incluyen las plataformas African Stream y Red, con sede en Berlín, que han sido acusadas de propagar narrativas a favor de los intereses rusos en diferentes contextos políticos.

Operaciones en otros países y el contexto global

El comunicado del Departamento de Estado también menciona que estas operaciones encubiertas han tenido lugar en otros países de la región y del mundo. Moldavia ha sido otro de los blancos de las campañas de influencia de RT, donde se acusa al medio ruso de haber intentado interferir en las elecciones del país. Estados Unidos sostiene que RT apoyó los esfuerzos del gobierno ruso para influir en los comicios moldavos celebrados en octubre de 2024, con el objetivo de fomentar protestas violentas en caso de que un candidato prorruso no resultara electo.

Estas tácticas encajan dentro de un patrón de acciones que Rusia ha venido implementando en los últimos años, según diversas fuentes de inteligencia. La influencia política y mediática es una de las estrategias clave del Kremlin para proyectar poder en el escenario internacional, especialmente en momentos donde sus acciones militares, como la invasión de Ucrania, han aislado al país en el ámbito diplomático.

En el caso de Argentina, las relaciones con Rusia han sido históricamente complejas. Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, los vínculos entre Buenos Aires y Moscú se fortalecieron, especialmente en términos de cooperación energética y acuerdos comerciales. Sin embargo, bajo la administración de Javier Milei, quien se presenta como un líder abiertamente pro-occidental y crítico del autoritarismo ruso, las tensiones entre ambos países han aumentado. La campaña de desinformación denunciada por Washington podría ser una respuesta de Moscú ante la política exterior de Milei y sus esfuerzos por acercarse a Estados Unidos y otros países occidentales.

El impacto en Argentina y la región

La inestabilidad política en Argentina es una preocupación constante para sus vecinos en Sudamérica. La nación enfrenta desafíos significativos, como una inflación descontrolada, altos niveles de pobreza y una profunda desconfianza en las instituciones políticas. En este contexto, las campañas de desinformación y manipulación informativa pueden exacerbar las divisiones internas, debilitando aún más la capacidad del gobierno de Milei para abordar estos problemas.

Washington ha advertido que las acciones rusas podrían generar una mayor polarización en Argentina, alimentando narrativas que socavan la confianza en el gobierno y en sus esfuerzos por implementar reformas económicas y políticas. Las campañas de influencia mediática son particularmente peligrosas en entornos de crisis, ya que pueden provocar la radicalización de diferentes sectores de la sociedad y dificultar el diálogo político.

Además, Estados Unidos ha expresado su preocupación por el posible impacto de estas campañas en el resto de la región. Sudamérica ha experimentado en los últimos años un aumento en la injerencia de actores externos en sus procesos políticos, desde los escándalos de corrupción hasta el uso de redes sociales para difundir información falsa o engañosa. Si bien el foco actual está en Argentina, otros países, como Brasil y Chile, también podrían ser vulnerables a este tipo de operaciones encubiertas.

Medidas de Estados Unidos y la respuesta de Rusia

En respuesta a estas acciones, Estados Unidos ha anunciado una serie de medidas destinadas a contrarrestar la influencia de RT y otros medios rusos en el país y en el exterior. Entre ellas, se incluyen sanciones económicas y posibles procesamientos penales contra los responsables de estas actividades. Además, se han impuesto restricciones de visa a empleados de Rossiya Segodnya, la agencia de noticias a la que pertenece RT, y a otras filiales involucradas en las campañas de desinformación.

El gobierno de Washington también ha lanzado una campaña diplomática en colaboración con Reino Unido y Canadá, con el objetivo de advertir a otros países sobre los riesgos de permitir la injerencia rusa en sus procesos políticos. Antony Blinken enfatizó que, si bien Estados Unidos respeta la libertad de expresión, no se tolerarán actividades que apoyen las acciones “malignas” del Kremlin.

Por su parte, Rusia ha negado las acusaciones, calificándolas de infundadas y parte de una campaña de desinformación dirigida contra el país. Margarita Simonián, redactora jefa de RT, defendió la labor de la cadena, asegurando que el medio opera bajo los principios del periodismo y no participa en ninguna operación encubierta o de inteligencia. Sin embargo, las acusaciones en su contra continúan acumulándose, y la credibilidad de RT ha sido puesta en duda por diversos gobiernos y organizaciones a nivel internacional.

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