España en alerta: afronta su segundo mayor brote de virus del Nilo con 47 casos y cinco muertes confirmadas
España se enfrenta a uno de los brotes más preocupantes del virus del Nilo Occidental (WNV, por sus siglas en inglés) de los últimos años. Con 47 casos confirmados y cinco muertes hasta la fecha, este brote se ha convertido en el segundo más grande registrado en el país, encendiendo alarmas en el sistema de salud y en la población en general. Las autoridades sanitarias han intensificado las medidas de control y prevención, mientras los expertos intentan comprender mejor las causas y posibles soluciones a esta crisis sanitaria.
El virus del Nilo Occidental es un virus zoonótico que se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados del género Culex, aunque también se ha registrado transmisión a través de transfusiones de sangre, trasplantes de órganos y de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Originalmente, el virus se identificó en Uganda en 1937, pero desde entonces se ha expandido a diversas partes del mundo, incluyendo Europa, donde ha causado brotes esporádicos en varios países, incluida España.
El brote actual en España ha puesto en jaque a las autoridades debido a la rapidez con la que se ha propagado y la gravedad de algunos de los casos. Las zonas más afectadas son las regiones de Andalucía y Extremadura, donde las condiciones climáticas y geográficas han favorecido la proliferación de los mosquitos transmisores del virus.
Hasta el momento, se han confirmado 47 casos de infección por el virus del Nilo Occidental, de los cuales cinco han resultado en la muerte de los pacientes. Este es el segundo brote más grande registrado en España, superado solo por el brote de 2020, que dejó un saldo de 77 casos y siete fallecidos.
Las cinco muertes confirmadas han generado preocupación entre la población y las autoridades, quienes han redoblado los esfuerzos para contener la propagación del virus. La mayoría de las víctimas mortales eran personas mayores o con condiciones de salud subyacentes que las hacían más vulnerables a las complicaciones graves asociadas con la infección.
El virus del Nilo Occidental presenta una amplia gama de síntomas, desde infecciones asintomáticas hasta cuadros graves que pueden incluir meningitis, encefalitis o parálisis flácida aguda. Aproximadamente el 80% de las personas infectadas no presentan síntomas, mientras que el 20% restante puede experimentar síntomas leves como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas y erupciones cutáneas.
Sin embargo, en aproximadamente el 1% de los casos, la infección puede progresar a formas graves de la enfermedad, afectando el sistema nervioso central y provocando complicaciones potencialmente mortales. Las personas mayores, los inmunocomprometidos y aquellos con enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones severas.