Elon Musk asegura que el chip cerebral de Neuralink y partes del robot Optimus crearán un «superhumano»

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Elon Musk, conocido por sus audaces declaraciones y visionarios proyectos, ha vuelto a captar la atención mundial con su más reciente afirmación: el empresario asegura que el chip cerebral desarrollado por su empresa Neuralink, combinado con componentes del robot humanoide Optimus, permitirá la creación de lo que él denomina un «superhumano». Este concepto, que parece extraído de una novela de ciencia ficción, representa un avance significativo en la intersección entre la inteligencia artificial, la robótica y la neurociencia, y promete revolucionar la forma en que los seres humanos interactúan con la tecnología y sus propios cuerpos.

Neuralink: El cerebro conectado a la máquina

Neuralink, la empresa fundada por Musk en 2016, ha estado trabajando en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Estas interfaces permitirán a los seres humanos controlar dispositivos electrónicos directamente con sus pensamientos, sin necesidad de mediadores físicos como teclados o pantallas táctiles. La tecnología de Neuralink consiste en un pequeño chip implantado en el cerebro que se conecta a una red de electrodos ultrafinos, los cuales pueden leer y escribir señales neuronales.

El objetivo a largo plazo de Neuralink es utilizar esta tecnología para tratar diversas enfermedades neurológicas, como el Parkinson, la epilepsia y la parálisis. Sin embargo, Musk ha sugerido que las aplicaciones de esta tecnología van mucho más allá de la medicina. Según el empresario, los chips de Neuralink podrían ser utilizados para aumentar las capacidades cognitivas humanas, permitiendo a las personas realizar cálculos complejos, aprender nuevos idiomas y adquirir habilidades técnicas de manera casi instantánea.

Por otro lado, Optimus es un robot humanoide desarrollado por Tesla, otra de las empresas de Musk. Presentado oficialmente en el evento AI Day en 2022, Optimus está diseñado para realizar tareas repetitivas y físicamente exigentes, como las que se encuentran en líneas de producción y otras industrias pesadas. Con una altura de 1.73 metros y un peso de 57 kilogramos, Optimus está equipado con una serie de sensores, cámaras y actuadores que le permiten moverse, manipular objetos y responder a su entorno de manera similar a como lo haría un ser humano.

El propósito inicial de Optimus es reemplazar a los trabajadores humanos en tareas peligrosas o monótonas, liberando así a las personas para que se concentren en trabajos más creativos y de mayor valor añadido. Sin embargo, Musk ha insinuado que los avances en inteligencia artificial y robótica podrían llevar a que robots como Optimus desempeñen roles mucho más sofisticados en la sociedad, incluyendo trabajos de servicio al cliente, cuidado de personas mayores e incluso funciones en el ámbito militar.

La visión de Musk para el futuro de la humanidad no se detiene en mejorar las capacidades físicas y cognitivas por separado. En su más reciente declaración, el empresario sugirió que la verdadera revolución ocurrirá cuando estas tecnologías se combinen. Según Musk, la integración de los chips de Neuralink con partes de robots como Optimus podría dar lugar a un nuevo tipo de ser humano, uno que posea habilidades físicas y mentales muy superiores a las actuales.

Este «superhumano» tendría la capacidad de controlar su entorno con el pensamiento, realizar tareas físicas extenuantes sin esfuerzo y acceder a vastas cantidades de información en tiempo real. Además, Musk sugirió que esta tecnología podría incluso permitir a los seres humanos superar los límites biológicos, como la necesidad de dormir, comer o descansar, lo que llevaría a un aumento exponencial en la productividad y la eficiencia.

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