septiembre 19, 2024

El SENASA aprueba la importación de conejos como «animales de compañía»

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El Gobierno de Argentina ha dado un paso importante hacia la regulación de las mascotas no tradicionales al aprobar la importación de conejos como animales de compañía. A través de la Resolución 1110/2024, publicada el 19 de septiembre en el Boletín Oficial, se establece que cualquier persona puede importar hasta cinco conejos sin fines comerciales. Esta medida busca fortalecer los controles sanitarios y proteger la biodiversidad del país.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), entidad encargada de la aplicación de la normativa, especifica una serie de requisitos zoosanitarios estrictos que deben cumplirse para garantizar la seguridad de estos animales y evitar la introducción de enfermedades.

Conejos como mascotas: una tendencia en crecimiento

Aunque los conejos no son las mascotas más comunes en los hogares, su popularidad ha ido en aumento. Estos pequeños mamíferos, conocidos por su docilidad, tamaño reducido y bajo mantenimiento, se han convertido en una opción para muchas familias que buscan una mascota diferente. En ese sentido, la decisión del SENASA responde a la creciente demanda por parte de los consumidores de poder adquirir legalmente conejos provenientes de otros países.

El Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus), una de las especies más comunes en cautiverio, fue mencionado en la normativa como ejemplo de los animales que podrían ser importados con fines de compañía. A diferencia de otros países donde los conejos tienen usos comerciales o son utilizados en actividades productivas, en Argentina, esta medida se enfoca exclusivamente en su papel como mascotas.

Requisitos sanitarios para la importación de conejos

La Resolución 1110/2024 detalla una serie de medidas obligatorias para garantizar que los conejos importados no representen un riesgo para la fauna local ni para otras especies domésticas. Entre los requisitos más relevantes se encuentran los siguientes:

  1. Solicitud de importación: El primer paso para importar conejos como mascotas es presentar una solicitud a través de la Plataforma de Trámites a Distancia (TAD), un servicio online que agiliza el proceso burocrático. El importador debe declarar que los conejos permanecerán en el domicilio de origen y que cumplen con las normas zoosanitarias del país exportador.
  2. Aranceles y costos asociados: El importador deberá abonar los aranceles correspondientes al proceso de importación, incluidos los costos cuarentenarios y las pruebas sanitarias. Según la normativa vigente, el SENASA evaluará los costos y los procedimientos a seguir.
  3. Período de aislamiento: Cada conejo debe cumplir con un aislamiento previo en el país de origen de al menos 30 días. Este tiempo es crucial para garantizar que los animales no porten enfermedades como la Enfermedad Hemorrágica del Conejo (EHC), una patología altamente contagiosa y mortal que afecta a estos mamíferos. Además, se exige la vacunación contra la EHC y la realización de dos tratamientos antiparasitarios.
  4. Revisión veterinaria previa al viaje: Dentro de los cinco días anteriores al ingreso a Argentina, los conejos deben ser examinados por un veterinario matriculado. Durante esta inspección, el profesional certificará que los animales están libres de parásitos externos, tumores palpables o visibles, y de signos de enfermedades transmisibles, como la Tularemia y la Mixomatosis.
  5. Certificado Veterinario Internacional: Al llegar a Argentina, los conejos deben estar acompañados por el Certificado Veterinario Internacional, un documento emitido por el SENASA con una validez de diez días. Este certificado garantiza que los animales cumplen con los requisitos sanitarios establecidos.

Procedimientos de control en fronteras y riesgos asociados

El SENASA ha dispuesto que, al arribar al país, los conejos sean sometidos a rigurosos controles zoosanitarios en los puntos de frontera. Si alguno de estos controles no resulta satisfactorio, las autoridades sanitarias pueden optar por tres soluciones: la reexpedición del animal al país de origen, su retención y aislamiento hasta que se regularice su situación, o, en última instancia, el sacrificio sanitario. Cualquiera de estas medidas será costeada por el importador, quien también será responsable de cualquier pérdida ocasionada.

En caso de que los conejos superen estos controles, deberán someterse a un período de cuarentena posingreso, ya sea en dependencias oficiales del SENASA o en el domicilio del importador. Esta cuarentena, que durará un mínimo de 21 días, tiene como objetivo garantizar que los animales no sean portadores de enfermedades que puedan propagarse a otras especies.

Prohibiciones claras: sin fines comerciales ni reproducción forzada

Uno de los aspectos más destacados de la resolución es la prohibición explícita de comercializar conejos importados, reproducirlos de manera forzada o maltratarlos de cualquier forma. El SENASA subraya que la importación solo se permitirá con fines de compañía, y cualquier otro uso estará sujeto a sanciones. Esta medida busca evitar el maltrato animal y garantizar que los conejos importados sean tratados adecuadamente en sus nuevos hogares.

Importancia de la Enfermedad Hemorrágica del Conejo y otros riesgos sanitarios

La EHC es una enfermedad viral extremadamente contagiosa que afecta a los conejos domésticos y silvestres. Su alta tasa de mortalidad la convierte en una preocupación internacional para los veterinarios y autoridades sanitarias. En Argentina, el país está libre de esta enfermedad, y uno de los principales objetivos de la normativa es mantener este estatus.

El SENASA explicó que se han implementado pruebas específicas en los laboratorios nacionales para detectar la EHC, lo que garantiza un nivel adecuado de protección ante el riesgo de su ingreso. Esta vigilancia sanitaria es clave para proteger no solo a los conejos importados, sino también a la fauna local y otras especies domésticas.

Además de la EHC, la normativa también hace referencia a otras enfermedades transmisibles, como la Tularemia y la Mixomatosis, que pueden afectar a los conejos. El SENASA ha establecido estrictas medidas de control para evitar la introducción de estas patologías al país.

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