El «Método Bukele».
El presidente salvadoreño Nayib Bukele ha ganado notoriedad por sus medidas inusuales pero efectivas, colocándolo como uno de los líderes más populares de América Latina. Su enfoque en la seguridad ciudadana ha recibido un respaldo abrumador, con más del 90% de aprobación por parte de la población salvadoreña.
Éxito en la lucha contra la delincuencia.
Según encuestas, el 97,7% de los salvadoreños cree que la delincuencia ha disminuido desde la implementación de las estrictas medidas contra el crimen organizado. La aprobación de Bukele se refleja en la percepción de que las sanciones contra pandillas y criminales han contribuido significativamente a mejorar la seguridad.
Régimen de excepción y críticas.
El «Método Bukele» se sustenta en un régimen de excepción que suspende temporalmente derechos constitucionales para abordar la escalada de crímenes. Esto incluye la suspensión del derecho a un abogado al ser detenido y la ampliación del período de detención preventiva. Sin embargo, estas medidas han generado críticas de organizaciones como Human Rights Watch, que insta a un enfoque respetuoso de los derechos humanos y sostenible.
Postura firme ante las amenazas.
Bukele ha adoptado una postura contundente frente a las amenazas y ha rechazado categóricamente las sugerencias de revocar el régimen de excepción. Ante rumores de represalias por parte de delincuentes, el presidente advirtió que no toleraría amenazas a la sociedad y desafió a los organismos internacionales a proteger a la población salvadoreña.
Controversias y desafíos.
A pesar de su popularidad, el «Método Bukele» enfrenta desafíos y controversias. La revocación de derechos individuales ha generado preocupaciones sobre la posible vulneración de la presunción de inocencia. La posición firme del presidente plantea preguntas sobre el equilibrio entre la seguridad y los derechos fundamentales, subrayando la necesidad de un enfoque equitativo y sostenible en la lucha contra la delincuencia.