El líder supremo de Irán se trasladó a un lugar seguro mientras llama a Oriente Medio a apoyar a Hezbolá
El líder supremo de Irán, Ali Khamenei, fue trasladado a un lugar seguro en Irán el sábado, en medio de una creciente tensión tras la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a manos de Israel. La noticia del asesinato de Nasrallah se confirmó el mismo día, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reportaran el ataque en Beirut el viernes.
Khamenei, de 85 años, es un firme defensor de Hezbolá y el régimen iraní ha sostenido contacto constante con el grupo libanés y otros actores regionales, tratando de definir sus próximos movimientos. El traslado de Khamenei responde a las preocupaciones sobre su seguridad, dado que podría ser un objetivo de Israel tras las recientes muertes de líderes de grupos militantes, incluido un alto mando de Hamás asesinado en Irán en julio.
En una declaración oficial, Khamenei llamó a la región a «apoyar al pueblo del Líbano y al orgulloso Hezbolá» en su enfrentamiento con Israel, reafirmando su postura de resistencia contra lo que describió como el «malvado régimen» israelí. Esta declaración intensificó aún más las preocupaciones de una escalada mayor en Oriente Medio.
La muerte de Nasrallah ha generado una fuerte reacción en la región. Hezbolá respondió con una serie de ataques con cohetes hacia Israel, que fueron interceptados por las defensas aéreas israelíes en lugares como Galilea Occidental, Cisjordania y los Altos del Golán. Por su parte, Israel continuó sus operaciones militares contra posiciones de Hezbolá en el Líbano, confirmando ataques a más de 140 objetivos desde el viernes por la noche, según las FDI.
Este acontecimiento ha encendido alarmas internacionales por el potencial de un conflicto más amplio en Oriente Medio, especialmente dado que el escenario de violencia ya venía en escalada desde el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023. Ante esta situación, la Comisión Europea y la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea emitieron advertencias a las aerolíneas para que eviten el espacio aéreo libanés e israelí al menos hasta el 31 de octubre, citando una «intensificación general de los ataques aéreos» y el deterioro de la seguridad en la región.
Con la muerte de Nasrallah y la creciente ofensiva israelí, el futuro de Hezbolá y el equilibrio de poder en Líbano y Oriente Medio se encuentra en un punto crítico, mientras la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los acontecimientos.
