El Gobierno refuerza las medidas de prevención en las fronteras ante el avance de la viruela del mono en el mundo

El Gobierno argentino ha decidido implementar nuevas y estrictas medidas de prevención en las fronteras del país en respuesta al creciente avance de la viruela del mono a nivel mundial. Esta decisión se enmarca en un contexto de creciente preocupación internacional por la propagación de la enfermedad, que ha visto un aumento de casos en diversas regiones del mundo, despertando alarmas en los sistemas de salud pública. Ante esta situación, Argentina ha tomado medidas proactivas para proteger a su población, reforzando los controles sanitarios y la vigilancia epidemiológica en sus puntos de ingreso.

La viruela del mono, una enfermedad zoonótica causada por el virus de la viruela símica, ha sido históricamente endémica en ciertas partes de África Central y Occidental. Sin embargo, en los últimos años, se han reportado brotes en países fuera de estas regiones, lo que ha generado preocupación sobre su potencial para convertirse en una amenaza global. A diferencia de la viruela humana, que fue erradicada en 1980, la viruela del mono persiste en la población animal y puede transmitirse a los humanos a través del contacto con animales infectados o, más raramente, de persona a persona.

Desde su detección en humanos en 1970, la viruela del mono ha sido objeto de estudio, pero el reciente aumento en la incidencia de casos en diferentes partes del mundo ha llevado a que la comunidad internacional redoble esfuerzos en la vigilancia y prevención. Los brotes fuera de África, especialmente en países de Europa y América del Norte, han alertado a las autoridades sanitarias, que ahora ven la necesidad de implementar medidas de control más rigurosas para evitar la expansión del virus.

En respuesta a la situación global, el Gobierno argentino ha decidido reforzar las medidas de prevención en todas sus fronteras. Este refuerzo incluye una serie de acciones que buscan impedir la entrada y propagación del virus en el territorio nacional. Las medidas abarcan desde el control estricto de pasajeros que ingresan al país hasta la coordinación con organismos internacionales para el monitoreo de la situación epidemiológica.

Uno de los pilares fundamentales de la estrategia de prevención es el control sanitario exhaustivo de los pasajeros que ingresan al país, especialmente aquellos provenientes de regiones con casos reportados de viruela del mono. Las autoridades han implementado controles de temperatura en aeropuertos y puntos fronterizos, así como la exigencia de informes médicos para aquellos viajeros que presenten síntomas compatibles con la enfermedad.

Además, se ha intensificado la vigilancia de síntomas entre los viajeros, con protocolos específicos para aquellos que presenten signos como fiebre, erupciones cutáneas, ganglios linfáticos inflamados, entre otros. En estos casos, los pasajeros serán aislados y sometidos a pruebas diagnósticas para descartar o confirmar la presencia del virus de la viruela del mono. Estas acciones son parte de un enfoque integral de bioseguridad que busca proteger tanto a la población local como a otros viajeros.

Otro aspecto clave de la estrategia es la estrecha coordinación con organismos internacionales de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estas colaboraciones son fundamentales para mantenerse al día con la evolución del brote global y adaptar las medidas de prevención de acuerdo con las mejores prácticas y recomendaciones internacionales.

La cooperación internacional también incluye el intercambio de información epidemiológica y la implementación de sistemas de alerta temprana que permitan identificar rápidamente cualquier caso sospechoso que ingrese al país. Esta red de vigilancia internacional es crucial para contener posibles brotes y evitar la propagación del virus en el territorio argentino.