El Gobierno de Argentina planea privatizar el 49% de Arsat y podría salir a la Bolsa en 2025
El Gobierno argentino ha anunciado su intención de privatizar el 49% de Arsat, la empresa estatal de telecomunicaciones, en un esfuerzo por atraer capital privado y mejorar la competitividad de la compañía. La posible salida a la Bolsa de Buenos Aires está prevista para 2025, como parte de un plan que permitirá la participación privada sin que el Estado pierda el control mayoritario de la firma.
Durante las 34° Jornadas Internacionales ATVC 2024: Innovación para un futuro sostenible, el presidente de Arsat, Mariano Greco, confirmó que la empresa está en proceso de «reordenamiento y puesta en valor» de sus activos. La estrategia busca incorporar capital privado mediante la venta de acciones Clase B, mientras que el Estado argentino mantendría el control de las acciones Clase A, que le aseguran la mayoría accionaria, en un modelo similar al que utiliza YPF.
«La idea es abrirnos al capital privado, salir a la Bolsa con un porcentaje de acciones que sea más conveniente para la valoración de la empresa», explicó Greco. Aunque inicialmente se habló de privatizar el 49%, el funcionario aclaró que el porcentaje final aún está en discusión y será definido en los próximos meses.
Activos estratégicos y expansión de Arsat
Arsat es una de las empresas tecnológicas más importantes del país. Entre sus principales activos se encuentran dos satélites, un bloque de espectro radioeléctrico 5G, aproximadamente 30.000 kilómetros de fibra óptica y espectro 4G, todo ello codiciado por las empresas privadas de telecomunicaciones que operan en Argentina. El objetivo es aprovechar estos recursos para generar nuevas inversiones, expandirse y consolidarse como un jugador clave en el mercado de telecomunicaciones.
Greco señaló que la empresa ha avanzado significativamente en términos tecnológicos, pero que necesita expandirse y abrirse al capital privado para alcanzar su pleno potencial. «Es una empresa consolidada tecnológicamente, pero le falta abrirse y complementarse con la industria», indicó.
Un modelo de privatización similar al de YPF
Este movimiento se enmarca dentro de una política más amplia del gobierno de Javier Milei, quien en su plataforma electoral había prometido privatizaciones de diversas empresas estatales. Si bien Arsat inicialmente fue excluida de la lista de empresas a privatizar directamente, ahora el gobierno busca un modelo que permita el ingreso de capital privado sin perder el control estatal, como ocurrió con YPF, donde el Estado conserva el 51% de las acciones.
El plan para privatizar parte de Arsat ha generado expectativas entre los inversores del sector, quienes ven oportunidades de crecimiento en el mercado de telecomunicaciones, especialmente en el desarrollo de nuevas tecnologías como el 5G.
Desafíos para la industria TIC en Argentina
Durante el evento, Darío Genua, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, destacó la importancia de generar condiciones favorables para la inversión privada en el país. «Estamos trabajando para asegurar un clima propicio donde las empresas puedan invertir en Argentina, con reglas claras y previsibilidad. La colaboración público-privada es clave para mejorar la competitividad y generar empleo de calidad en esta industria», afirmó.
La transformación digital y el avance de tecnologías como la inteligencia artificial son desafíos que la industria TIC en Argentina debe enfrentar, y el gobierno busca fomentar la innovación para que el país no quede rezagado en el desarrollo tecnológico.
Expectativas para 2025
Con la posible salida a la Bolsa de Arsat en 2025, se espera que el ingreso de capital privado permita a la empresa expandir su infraestructura y ofrecer mejores servicios, lo que podría beneficiar tanto a las grandes ciudades como a las pequeñas localidades del país. Además, la privatización parcial representa una oportunidad para que el Estado argentino obtenga ingresos adicionales mientras mantiene el control sobre una empresa clave en la conectividad nacional.
Arsat, que desde su creación en 2006 ha sido fundamental para la expansión de las telecomunicaciones en Argentina, enfrenta ahora un nuevo capítulo en su historia, con el desafío de equilibrar la participación privada y estatal en un sector en constante evolución.
