El descubrimiento de «Gibbet Hill»: Un nuevo relato perdido de Bram Stoker resurge tras 134 años

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La literatura gótica y el legado de Bram Stoker, creador del icónico Drácula, han vivido un giro fascinante con el hallazgo de un cuento perdido durante 134 años. Titulado Gibbet Hill, esta historia inédita fue descubierta por el historiador aficionado Brian Cleary mientras exploraba archivos de la Biblioteca Nacional de Irlanda. Este sorprendente hallazgo no solo añade una nueva obra al repertorio del autor, sino que arroja luz sobre una etapa menos conocida de su carrera.

Un hallazgo inesperado en los archivos irlandeses

Durante una pausa laboral debido a problemas de salud, Cleary decidió explorar documentos históricos y recortes de periódicos antiguos. Entre esos materiales, en el suplemento navideño del Daily Express Dublin Edition de 1890, apareció la joya oculta: Gibbet Hill. Según relató Cleary, al ver el título supo de inmediato que se trataba de una obra de Stoker nunca antes catalogada. “Quedé atónito”, explicó el descubridor. «Miré la pantalla y me pregunté: ¿Soy la única persona viva que ha leído esto?».

Este descubrimiento tiene relevancia tanto por su rareza como por el contexto histórico: la historia se publicó en el mismo año en que Stoker empezó a trabajar en Drácula y lanzó su primera novela, The Snake’s Pass.


El contexto y argumento de Gibbet Hill

El cuento transcurre en un pueblo llamado Gibbet Hill, situado en Surrey, Reino Unido, y refleja la clásica narrativa gótica que caracteriza a Stoker. La trama sigue a tres forajidos juzgados y ejecutados por el asesinato de un marinero, cuyos cuerpos son dejados colgando en la horca como advertencia para otros viajeros. Según Paul Murray, biógrafo del autor, la obra refleja “la eterna lucha entre el bien y el mal”, tema central en la obra de Stoker, donde el mal suele emerger de maneras misteriosas y perturbadoras.

La publicación de Gibbet Hill en un suplemento navideño también apunta al interés del autor por experimentar con diferentes géneros y formatos. Aunque fue una obra olvidada durante más de un siglo, su redescubrimiento permite observar la evolución del estilo literario de Stoker antes de su consagración con Drácula.


Reacciones en la comunidad literaria

El hallazgo ha generado emoción entre los expertos en literatura gótica y los seguidores del autor. Paul Murray destacó la importancia del cuento como una «estación en la ruta hacia la creación de Drácula«, señalando cómo esta historia y otras obras menores probablemente sirvieron como un terreno experimental para su novela más famosa.

Audrey Whitty, directora de la Biblioteca Nacional, elogió el descubrimiento de Cleary como “un trabajo asombroso de detective aficionado” y resaltó la importancia de los archivos históricos. “Este tipo de hallazgos demuestra que todavía existen obras de gran valor esperando ser descubiertas”, comentó Whitty.


Un evento especial en el Festival Bram Stoker

El redescubrimiento de Gibbet Hill coincide con el próximo Festival Bram Stoker, que se celebrará en Dublín a finales de este mes. El cuento se presentará en una exhibición especial en el Casino Marino, donde los visitantes podrán explorar tanto la historia como el proceso de su redescubrimiento. Cleary también aparecerá en el evento para compartir su experiencia y mostrar el libro en su nueva edición.

La publicación de esta nueva edición de Gibbet Hill no solo tiene un impacto cultural, sino también social. Las ventas del libro beneficiarán al Fondo Charlotte Stoker, una organización dedicada a la comunidad sorda. Curiosamente, la madre de Stoker, Charlotte, fue una activista en favor de las personas sordas, lo que añade una conexión significativa entre la obra, su autor y la causa benéfica que apoyará. La Fundación Rotunda, asociada con el empleador de Cleary, se encargará de la distribución de esta edición especial.


La relevancia de Gibbet Hill en el legado de Stoker

Bram Stoker, nacido en Dublín en 1847, tuvo una carrera literaria diversa que fue más allá de Drácula. Sin embargo, muchas de sus obras, incluidos varios cuentos y novelas tempranas, han quedado relegadas al olvido. El descubrimiento de Gibbet Hill aporta una nueva perspectiva sobre los intereses literarios de Stoker y cómo experimentó con relatos breves antes de abordar la complejidad de sus novelas más conocidas.

La historia refleja varios de los elementos característicos del autor: justicia retributiva, personajes moralmente ambiguos y una atmósfera sombría. La decisión de ambientar la historia en Surrey también sugiere una afinidad de Stoker por situar sus narrativas en tierras extranjeras, lo que anticipa su tratamiento de Transilvania en Drácula.


Bram Stoker: Un legado eterno

A más de un siglo de su muerte, Bram Stoker sigue fascinando al público. Drácula ha sido adaptada y reinterpretada en incontables formatos, desde el cine y la televisión hasta el teatro y los cómics. El personaje del conde Drácula, inmortalizado por actores como Bela Lugosi, continúa siendo un ícono cultural que representa la lucha entre el bien y el mal, el deseo y la represión, la vida y la muerte.

El descubrimiento de Gibbet Hill añade una pieza más al legado de Stoker, revelando una faceta menos conocida de su obra y permitiendo que las nuevas generaciones se acerquen a su genio literario. A medida que se acerca el Festival Bram Stoker, la emoción en torno a esta historia perdida sigue creciendo, recordando al mundo que incluso después de más de un siglo, aún queda mucho por descubrir del maestro del horror gótico.

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