Diddy enfrenta nuevas acusaciones de abuso y explotación sexual en sus fiestas ‘Freak Off’
Sean “Diddy” Combs, el magnate de la música, sigue acumulando graves acusaciones de abuso y explotación sexual. Según revelaciones recientes, en sus famosas fiestas privadas, conocidas como «Freak Off», se implementaban estrictos requisitos para las invitadas, que incluían un límite de peso y una apariencia específica. Una organizadora, que colaboró en los eventos de 2004 y 2005, informó que se utilizaba una báscula para asegurarse de que ninguna mujer pesara más de 140 libras. Además, las asistentes debían ser jóvenes, atractivas, sin piercings ni tatuajes excesivos, y usar vestidos cortos y tacones de aguja.
La organizadora declaró que nunca se verificaban las edades de las invitadas, una omisión que se ha vuelto central en las demandas contra Combs. En una acusación reciente, se afirma que algunas de las víctimas tenían apenas 13 años. Otra demanda menciona que una presunta víctima era menor de 10 años en el momento del abuso.
Un abogado que representa a más de cien víctimas ha señalado que muchas de las denunciantes han revelado detalles de abuso y manipulación en manos del rapero. Las acusaciones incluyen tráfico sexual, coerción y explotación de mujeres, así como distribución de drogas para mantener control sobre ellas.
Diddy ha negado las acusaciones a través de sus abogados, quienes sostienen que su cliente «nunca ha agredido sexualmente a nadie». Sin embargo, las investigaciones federales han resultado en la incautación de cientos de videos y pruebas que documentan el contenido explícito y el entorno coercitivo de estas fiestas, de acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos.
A medida que estas acusaciones se acumulan, la imagen pública de Diddy se enfrenta a un escrutinio creciente. Las investigaciones continúan y se espera que más detalles salgan a la luz en los próximos días.
