Descubrimiento clave sobre el dengue: la resistencia a la fumigación debido a una mutación genética

Científicos del CONICET en Argentina han identificado una mutación genética en el mosquito Aedes aegypti, responsable de la transmisión del dengue, que lo hace más resistente a los insecticidas utilizados en las fumigaciones. Este hallazgo es preocupante, ya que la fumigación es una de las estrategias clave para controlar la propagación del virus del dengue. La resistencia a estos productos químicos se debe a una mutación que altera la capacidad del insecticida para actuar de manera efectiva sobre el sistema nervioso del mosquito.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. En Argentina, los brotes de dengue han aumentado en los últimos años, con miles de casos reportados en varias provincias, especialmente en el norte del país. La prevención de la enfermedad se ha centrado en campañas de control del mosquito vector, con fumigaciones y eliminación de criaderos como principales herramientas.

Sin embargo, este nuevo descubrimiento plantea un desafío significativo para las autoridades de salud pública. La mutación genética detectada en el mosquito Aedes aegypti ha reducido la eficacia de los insecticidas utilizados, lo que podría complicar los esfuerzos para contener los brotes de dengue.

El descubrimiento del CONICET

El equipo de investigadores del CONICET realizó estudios detallados sobre los mosquitos recolectados en diferentes regiones del país. Durante el análisis genético, identificaron una mutación en el gen que codifica una enzima llamada acetilcolinesterasa, que juega un papel crucial en el sistema nervioso del insecto. Los insecticidas organofosforados y carbamatos, comúnmente utilizados en las fumigaciones, actúan inhibiendo esta enzima, lo que provoca la muerte del mosquito.

La mutación genética detectada en los mosquitos argentinos altera la estructura de la enzima, lo que reduce la capacidad de los insecticidas para inhibirla de manera efectiva. Como resultado, los mosquitos portadores de esta mutación tienen una mayor probabilidad de sobrevivir a las fumigaciones, lo que contribuye a la propagación del dengue.

Implicaciones para el control del dengue

El descubrimiento de esta mutación plantea varios desafíos para las estrategias actuales de control del dengue. La fumigación ha sido una herramienta clave para reducir la población de mosquitos en áreas afectadas por brotes de dengue, pero con la creciente resistencia, la eficacia de esta medida se ve comprometida.

Los científicos del CONICET sugieren que será necesario desarrollar nuevos enfoques para el control del mosquito Aedes aegypti. Esto podría incluir la búsqueda de insecticidas alternativos que no se vean afectados por la mutación genética, así como el uso de estrategias complementarias, como la liberación de mosquitos estériles o genéticamente modificados para reducir la población de vectores.

Además, los investigadores destacan la importancia de mejorar la vigilancia epidemiológica para identificar rápidamente los casos de resistencia a los insecticidas en diferentes regiones del país. Esto permitiría adaptar las estrategias de control de acuerdo con las características locales de las poblaciones de mosquitos.

Nuevas estrategias de control

Ante la amenaza que representa esta resistencia genética, se están explorando diversas alternativas para el control del mosquito Aedes aegypti. Entre ellas, se encuentra el uso de biopesticidas, que utilizan microorganismos naturales para atacar al mosquito sin causar daño a otras especies. Además, se está investigando el uso de tecnologías como el CRISPR para modificar genéticamente a los mosquitos y hacerlos menos susceptibles a la transmisión del virus del dengue.

Otra posible estrategia es la integración de medidas físicas y biológicas, como la eliminación de criaderos y la introducción de depredadores naturales del mosquito, como los peces larvívoros. Estas medidas, combinadas con campañas educativas sobre la prevención del dengue, pueden contribuir a reducir la población de mosquitos y limitar la propagación de la enfermedad.